En los rincones más remotos de nuestro planeta, la radiactividad se esconde dejando una marca indeleble en la tierra. Estos lugares, envueltos en peligro y enigma, despiertan la curiosidad y el temor de quienes se aventuran a explorar sus confines.

Las pruebas nucleares debieron haber sucedido entre 2006 y 2017, según los gobiernos de Estados Unidos y Corea del Sur.

Una caja amarilla con material radiactivo se extravió en la zona centro de Hermosillo, Sonora, por ello, la Coordinación Estatal de Protección Civil implementó un operativo especial para localizarla debido al riesgo que representa para la población.

Los servicios de emergencia en Australia Occidental han pedido ayuda a otros estados del país y al gobierno federal australiano para localizar la cápsula. El objeto podría haber quedado alojado en los huecos de los neumáticos de un auto.

Los residuos se mantendrán a 500 metros bajo tierra y se espera que el diseño soporte 100 mil años la radioactividad.

El edificio formaba parte de un complejo utilizado para desarrollar reactores nucleares.

En este espacio, Ucrania podrá almacenar sus desechos radioactivos durante los próximos 100 años; generará al gobierno un ahorro de 200 millones de dólares al año.

Distintos informes posteriores al accidente de Fukushima coinciden en que es necesario un seguimiento de hasta 20 o 30 años para extraer conclusiones más fiables sobre los efectos de la radiación en los japoneses.

A mediados de los años 80, Ciudad Juárez fue el origen de la mayor tragedia radiactiva en el país, pues la dispersión de cobalto 60 afectó a más de 4 mil personas.

Las autoridades indicaron que estas pequeñas cantidades de isótopos radioactivos son inofensivos para los humanos y el medio ambiente.