Tras un acuerdo con Credit Suisse, el gigante bancario UBS anunció el recorte y aseguró que otras personas se irán por voluntad propia, entre ellos algunos jubilados.

Hay una presión política para que UBS venda el negocio tambaleante de Credit Suisse.

Los representados son principalmente accionistas suizos que se unieron a la Asociación Suiza para la Protección de los Accionistas para poder participar en la demanda.

Recorte de personal es parte de la integración del banco suizo con su rival UBS Group; solo una veintena de banqueros se salvarán.

Además de los próximos despidos en Nueva York, UBS ha decidido cerrar una oficina.

Examinarán la filtración de datos y posibles infracciones a la ley por parte de funcionarios y reguladores.

La compra busca evitar mayor turbulencia en los mercados financieros mundiales.

La adopción de inteligencia artificial por parte de las empresas debe generar mayor productividad.

Antoine Boublil se unió a Credit Suisse en 2016 y, además de su papel como director financiero de la división del banco suizo.

La adquisición supone la mayor operación bancaria desde la crisis financiera mundial de 2008.