Existen en esta época huérfanos digitales: menores cuyos padres no supervisan o no tienen conciencia del riesgo al que exponen a sus hijos al permitirles largas horas frente a una computadora, tablet o teléfono celular, o al tener contacto con extraños mientras utilizan videojuegos. Roblox, Free Fire y Fortnite, así como intermediarios como TikTok y WhatsApp, son algunas de las plataformas mediante las cuales se pueden comunicar y manipular a un menor.
No obstante, no todo es negativo en los videojuegos, ya que pueden desarrollar habilidades digitales; la diferencia radica en la supervisión.
Anahí Pérez García, responsable de la Policía Cibernética de la Fiscalía General de Justicia de Coahuila, informó que en cada centro educativo que visitan, casi 80 por ciento de los menores de entre 7 y 12 años juega sin acompañamiento, y de ese universo, 50 por ciento ha padecido algún tipo de acoso.
Las 'nanas digitales' sustituyen la supervisión adulta
Aseguró que actualmente los responsables del cuidado, entretenimiento y hasta de la educación de los menores de entre 8 y 12 años son las llamadas nanas digitales: teléfonos celulares, tablets, iPads, computadoras y videojuegos.
“En los centros educativos, desde primaria superior hasta primero de secundaria que hemos visitado, detectamos que una cantidad importante de menores tiene acceso a un dispositivo electrónico en el que pasan varias horas sin control ni supervisión".
"Les preguntamos si han tenido contacto con personas desconocidas y la mayoría lo ha hecho o lo sigue haciendo. Nosotros visitamos de tres a cinco centros educativos por semana”, afirmó.
Roblox, una constante entre niños con acceso a celular
El tema del videojuego Roblox es muy fuerte y, en este rango de edad, prácticamente todos los menores que tienen acceso a un celular lo juegan o ya cuentan con perfiles en redes sociales.
Explicó que, ante esta realidad, la Policía Cibernética cambió de táctica, ya que no llegaban denuncias formales. Por ello decidieron acudir directamente a los centros educativos, aunque reconoció que a los menores les da pena compartir las situaciones que atraviesan, de ahí la importancia de la comunicación.
“Me hice un perfil aparentemente de un niño y comenzaron a mandarme un sinfín de solicitudes; a partir de ahí es cuando comienza el intento de manipulación”, afirmó.
Reunión con Roblox y plataformas digitales
Indicó que hace cinco meses todas las policías cibernéticas del país sostuvieron un encuentro con representantes de Roblox en México, quienes expusieron las medidas preventivas que están implementando.
“En esta reunión nos dijeron que su plataforma no es riesgosa, sino algunas de las personas que la utilizan. Por ello establecen medidas como el bloqueo de mensajes ofensivos, el control parental y la restricción de comunicación entre ciertos perfiles; sin embargo, los delincuentes pueden hacerse pasar por supuestos menores”, explicó.
Detalló que, tras hacer contacto vía Roblox, los agresores suelen pedir al menor interactuar por Discord, TikTok o WhatsApp, plataformas en las que los contenidos no están regulados, lo que facilita el acoso y el envío de material no apto, algo que no se puede hacer directamente en Roblox.
Enlace de trabajo y capacitación para investigaciones
Sobre la reunión que sostuvieron con representantes de Roblox y TikTok, señaló que permitió establecer un enlace de trabajo, además de intercambiar información valiosa.
También funcionó como una capacitación para la Policía Cibernética, ya que se abordó qué se debe tomar en cuenta en el seguimiento de una investigación por delito digital: dónde solicitar datos y cuáles son los requisitos legales para que las plataformas puedan proporcionar información a las autoridades.
“Ellos se comprometieron a entregar la información conforme al marco legal, de manera eficaz. Este encuentro sirvió para que entendiéramos cuál es la mejor forma de enviar las solicitudes para que procedan de manera exitosa y rápida”, afirmó.
Menores, altamente vulnerables a la manipulación
Dijo que es necesario alertar a la ciudadanía sobre los riesgos que enfrentan los menores, ya que si un adulto puede ser engañado, un niño es totalmente manipulable. Por ello, los padres deben supervisar qué hacen sus hijos en las computadoras, ya que ningún control parental es perfecto y los delincuentes saben cómo vulnerarlos. Además, deben informarse sobre los juegos que utilizan los menores.
En la reunión con el representante de TikTok en Latinoamérica se presentaron cifras de erradicación de contenido indebido. A pesar de que son cifras muy altas, el crecimiento acelerado de la plataforma ha provocado que no todo el contenido pueda bloquearse.
Narró que los casos que han atendido involucran a menores de entre 10 y 12 años que fueron víctimas de intentos de extorsión para evitar la divulgación de contenido íntimo, que previamente les solicitaron tras un proceso de manipulación.
En muchos casos se ha logrado detener al delincuente; sin embargo, en uno de ellos la situación llegó al punto en que el menor logró entregar tarjetas bancarias de sus padres.
En definitiva, los menores sin supervisión no deben tener acceso a redes sociales ni a plataformas digitales. De preferencia, deben utilizarse con fines de aprendizaje, ya que aislarlos completamente es imposible al tratarse de nativos digitales.
“A partir de los 13 años sería una buena edad para que comiencen a entender los riesgos; aun así, la supervisión sigue siendo importante. Es la edad permisible que piden las plataformas globales, ya que son tierra de nadie, pero también pueden utilizarse tutoriales de diversos temas”, afirmó.
Explicó que también existen menores agresores que se esconden detrás de un perfil para ejercer bullying contra otros niños.
Impacto psicológico y límites necesarios
Por su parte, María Fernanda Rivera Floriuk, psicoterapeuta infantojuvenil con especialidad en el Instituto Superior de Estudios Psicológicos en Madrid, España, señaló que los videojuegos forman parte de la realidad de niños y adolescentes, e incluso son una forma de relacionarse a larga distancia.
Sin embargo, lamentó que su uso haya reducido la interacción presencial, como salir al parque.
Las ventajas de los videojuegos, explicó, son que los menores aprenden a cumplir retos, desarrollan tolerancia a la frustración y mejoran la coordinación mano-ojo; la desventaja aparece cuando no se establecen límites claros en su uso.
“Cuando no hay límite de tiempo, se puede crear adicción al videojuego y presentarse dificultades en otras áreas, ya que el menor puede dejar de hacer tareas o actividades artísticas o deportivas. Los límites definitivamente los tienen que establecer los padres”, afirmó.
Indicó que en consulta insiste en que los padres hablen con los menores, de acuerdo con su edad, sobre los riesgos a los que se enfrentan al jugar.
“Tengo entendido que juegos como Roblox cuentan con controles parentales, pero todo es vulnerable. También se les debe explicar que los avatares pueden engañarlos y que no pueden confiar en todo lo que ven mientras juegan”, señaló.
Comentó que en consulta los menores suelen compartir con entusiasmo que hicieron amistad con otros niños, incluso de otros países, a quienes poco a poco les proporcionan información personal.
“Es un gran riesgo que compartan datos privados; en ocasiones terminan revelando el colegio al que asisten, el lugar donde viven y datos que exponen a toda la familia. Los padres deben enseñarles límites y hacerles entender que pueden jugar, pero solo con personas conocidas y bajo supervisión”, afirmó.
Actualmente, la preocupación es mayor por lo que los menores pueden ver que por lo que pueden enviar.
Entre quinto de primaria y tercero de secundaria, de cada diez casos que se atienden en consulta, en cinco se aborda el tema de los videojuegos, lo que representa un foco rojo que requiere atención antes de llegar a consecuencias lamentables.
“Los videojuegos son un pasatiempo y está bien divertirse, pero jamás deben sustituir la realidad ni convertirse en la única forma de interacción social”, afirmó.
Clasificación de juegos y control parental
Por su parte, el ingeniero en Sistemas con especialidad en Programación y desarrollador de videojuegos, Antonio Adán Casillas Castor, comentó que los videojuegos permiten desarrollar diversas destrezas, como la toma de decisiones, el pensamiento estratégico, la construcción visual, la secuenciación de pasos y la resolución de rompecabezas.
Explicó que Roblox es un mundo con juegos de carrera, estrategia, diseño y construcción, e incluso permite desarrollar videojuegos. Sin embargo, cada juego tiene su propia clasificación, la cual debe ser tomada en cuenta por los padres al momento de adquirirlos.
“Existen juegos para mayores de 18 años con alta exposición a violencia o desnudos, por lo que es importante revisar la clasificación que viene en la contraportada, donde también se indica si cuenta con control parental, si es multijugador o si incluye compras en línea”, señaló.
Indicó que cada consola y plataforma —Xbox, PlayStation y Nintendo— tiene su propio control parental, el cual debe configurarse para limitar el tiempo de uso, desactivar el chat de voz, evitar invitaciones de desconocidos y supervisar las compras en línea.
Roblox, popular pero no infantil
Dijo que algunas políticas de los videojuegos son demasiado abiertas, lo que facilita la doble identidad y el engaño de adultos hacia menores.
“Roblox es uno de los videojuegos más populares entre menores a partir de los 7 años, pero también uno de los más fáciles para engañarlos y aprovecharse de sus vulnerabilidades. La recomendación es que los padres dediquen al menos siete minutos a revisar qué están haciendo, con quién platican y, sobre todo, que ningún menor de hasta 12 años juegue solo”, afirmó.
Agregó que más de 50 por ciento de los jugadores de Roblox son mayores de edad, por lo que no lo considera un videojuego infantil. Recomendó equilibrar el tiempo de videojuegos con la actividad física y recordó que también existen aplicaciones para controlar el tiempo de exposición a pantallas e internet.