¿Qué es la colapsología y por qué el coronavirus estaría cumpliendo sus predicciones?

Los colpasologos creen que la pandemia de Covid-19 representa "el inicio del fin" de la humanidad tal como la conocemos.

El mundo sigue luchando contra la pandemia (EFE)
AFP
Francia /

La colapsología ha retomado fuerza tras el surgimiento de la pandemia de coronavirus que tiene en alerta a las autoridades sanitarias a nivel mundial y colocar al mundo "al borde del abismo" tanto social y económico, como político; y aunque las teorías de los llamados colapsólogos son tachadas por sus detractores como radicales y catastrofistas, parecieran cumplirse mientras la enfermedad avanza.

La crisis sanitaria asociada a la paralización de la actividad económica mundial sumió al planeta en un periodo de incertidumbre, cuya principal característica será, según las previsiones, la mayor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, que si bien para ellos no significa que el fin del mundo este por llegar, si representa el fin de la sociedad tal como la conocemos.

¿Qué es la colpasología?

"No es el fin del mundo, pero sí una advertencia", afirma Yves Citton, profesor universitario y coautor del libro "Générations collapsonautes", publicado en Francia.

La colapsología, nacida en ese país, viene advirtiendo desde hace un lustro de un hundimiento generalizado de la civilización industrial, debido al agotamiento de un modelo de desarrollo expansivo que persiste desde hace más de dos siglos.

Íntimamente vinculada al cambio climático y a la rarificación de los recursos naturales, esta corriente defiende una toma de conciencia social para hacer frente a este colapso que considera inevitable y que con la pandemia toma visos más verosímiles.

Demasiado pronto para saber si viene el fin del mundo

Con el coronavirus, "nos dimos cuenta de que no estábamos en absoluto preparados y que por lo tanto todo esto está llegando antes de lo que pensábamos", dice el ecologista francés y exministro de Medio Ambiente Yves Cochet, que en su libro Avant l'effondrement prevé un hundimiento global antes de 2030.

Sin embargo, este matemático de formación se abstiene de declarar "por ahora" que el coronavirus supone la primera pieza que hará caer ineluctablemente el dominó.

"Es demasiado temprano para saber si es demasiado tarde".

Pero Cochet está seguro de que la crisis económica mundial "será todavía más severa de lo que creemos", con la "probabilidad de que el futuro nos lleve al desastre mundial, con muchas víctimas" en términos sanitarios y económicos.

Guerras y enfermedades nos hacen vulnerables

Pablo Servigne, uno de los padres de la colapsología, estima por su parte que la súbita crisis desatada por el coronavirus demuestra cómo "nuestra sociedad se ha vuelto hipervulnerable", por ejemplo con la dependencia alimentaria de fuentes de aprovisionamiento lejanas.

"La gran lección de la historia", explica Servigne, "es que las tres maneras de morir masivamente son las guerras, las enfermedades y las hambrunas. Y que las tres se retroalimentan".

Actualmente, "tenemos una pandemia que puede llevar a otros choques, a guerras, a conflictos geopolíticos o internos y a hambrunas. Y si se da una hambruna, seremos más vulnerables a otras pandemias", afirma.

La crisis es una oportunidad

Pero Servigne no lo ve todo negro, al subrayar que "todas las crisis, brindan oportunidades".

Así, destaca que la pandemia que ha confinado a gran parte de la población mundial en sus casas ha demostrado que es posible "dejar de contaminar, de destruir los ecosistemas, de ralentizar" y que la naturaleza puede recuperarse "rápidamente".

Servigne se congratula asismismo del "gran retorno" de los Estados soberanos, con la preparación de planes de rescate económicos y de ayudas sociales masivas, después de que "la ideología dominante neoliberal pasara 50 años a desmantelar" su rol providencial.

Otros expertos, como es el caso del filósofo y sociólogo francés Bruno Latour, hacen hincapié en la necesidad de que esta crisis sea un revulsivo frente a la emergencia climática, cuyas consecuencias pueden ser todavía peores que la pandemia.

"La crisis sanitaria está insertada en una mutación ecológica irreversible. Si bien tenemos muchas posibilidades de superar la primera, no tenemos ninguna de sobrepasar la segunda", advierte Latour en un artículo publicado en el sitio AOC.
"La primera lección del coronavirus es la más increíble, y es que es posible en unas pocas semanas suspender en todo el mundo y simultaneamente un sistema económico que nos decían que era imposible ralentizar o redirigir. Sería una pena no utilizar la crisis sanitaria para descubrir otros medios de entrar en la mutación ecológica de otra manera que no sea a ciegas", según Latour.

lnb

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