El amor más sincero que pueden tener los humanos, según dicen, es el de nuestras mascotas. Hablamos del perro, el mejor amigo del ser humano. Por ello, en medio de la pandemia por coronavirus, covid-19, es importante retomar el caso del perrito labrador Gunner y su dueño Daniel Hove, quienes demostraron su unión, incluso en la muerte: murieron con una hora de diferencia.
El caso se suscitó en Estados Unidos, en donde Daniel Hove, quien padecía un cáncer de páncreas desde el 2011 siempre estuvo acompañado de su perrito, incluso hasta cuando tomaba sus sesiones de quimioterapia.
El hombre que perteneció a la Fuerza Aérea estadunidense y que en sus últimos años también fue bombero, siempre estuvo acompañado de su familia durante su enfermedad; sin embargo el perrito Gunner nunca se separó de él.
Al respecto, la hija de Hove, Heather Nicoletti, indicó a medios internacionales que entre su padre y el perrito había una gran conexión. Incluso si Daniel se sentía mal, también se reflejaa en el estado de Gunner.
“Cuando mi papá se agitaba, el perro se agitaba, si mi papá estaba inquieto, el perro estaba inquieto. Mi papá no respondía y Gunner tampoco. Cuando observamos que Gunner no se movía mucho supimos que se acercaba –su muerte–”, mencionó Nicoletti al canal de TV Kare 11.
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La extraña muerte
La hija de Hove, contó que el perrito Gunner perdió la movilidad debido a una extraña hinchazón que tenía en sus patas, por lo que el pasado 18 de mayo lo llevaron al veterinario, lo inyectaron y murió.
Una hora y media después, según contó la hija de Hove, Daniel Hove también murió.
“Sabíamos que se iban a ir juntos, pero no que iban a estar separados por horas. Fueron los mejores amigos hasta el final. Gunner no podía estar sin mi papá, creo que eligió ir con él”, comentó Nicoletti.
La historia de inmediato se volvió viral en redes sociales.
grb