La reconversión de algunos hospitales para atender a los pacientes de covid-19 ha provocado que muchas mujeres embarazadas sientan temor frente a la proximidad de su fecha de alumbramiento, por lo que la partería en casa se ha convertido en una opción frente a la emergencia sanitaria.
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Por ello, la Confederación Internacional de Matronas (ICM, por sus siglas en inglés) denunció que en muchos países se han introducido protocolos inadecuados para el manejo del embarazo y la atención posnatal.
“Estos protocolos inapropiados no se basan en evidencia acreditada actual y son perjudiciales para las mujeres y sus bebés”, reprochó.
En México ya fallecieron dos mujeres embarazadas por el coronavirus. Uno de los bebés logró sobrevivir a la cesárea. Ambas pacientes padecían obesidad y enfermedades crónicas, como diabetes e hipertensión, lo que agravó su condición.
Al respecto, Ann Yates, asesora principal de la ICM con sede en Holanda, aseguró que pese al riesgo que conlleva la pandemia, continúan la atención médica a las mujeres que opten por este tipo de partos.
“Los matrones y las matronas son trabajadores de atención médica esenciales y de primera línea, los cuales continúan brindando atención a las mujeres, sus recién nacidos y sus comunidades durante esta pandemia, pese al gran riesgo personal que esta labor conlleva”, señaló a MILENIO.
Sostuvo que en los países donde los sistemas de salud pueden apoyar el parto en casa, las mujeres sanas que experimentan un embarazo normal y con la atención de parteras calificadas pueden tener un parto más seguro que en un hospital, donde puede haber muchos pacientes (incluso que no son de maternidad) con covid-19”.
Denunció, sin embargo, que en el transcurso de la pandemia se han ignorado y violado los derechos de las mujeres embarazadas o en labor de parto al separarlas de sus hijos.
Yates señaló que si la madre es positiva al coronavirus debe mantenerse cerca de su hijo y continuar amamantando, pues “no hay evidencia de que el covid-19 pueda transmitirse al infante en la leche materna”.
En México, el IMSS cuenta con al menos 7 mil parteras que atienden principalmente en comunidades rurales, de manera particular en Chiapas, Veracruz, Puebla, Hidalgo y Oaxaca, aunque también existe un directorio nacional de parteras tradicionales distribuidas en al menos 24 estados.
Entre las recomendaciones de la ICM destaca que toda mujer tiene derecho a la información, a dar o negar su consentimiento y a que se respeten sus elecciones y decisiones, lo que incluye el derecho a tener un compañero de su elección con ella durante su trabajo de parto y nacimiento.
Además, advierte que intervenciones médicas de rutina, como la inducción del trabajo de parto, la cesárea y los nacimientos con fórceps, aumentarán la probabilidad de complicaciones maternas y neonatales, la duración de la estadía en el hospital y la carga de personal, lo que incrementará la exposición al covid-19.
“No hay evidencia que sugiera que las mujeres no puedan dar a luz por vía vaginal o que sea más seguro tener una cesárea en caso de sospecha o confirmación de covid-19. Las opciones de parto de la mujer deben respetarse y se les debe hacer seguimiento lo más de cerca posible”, puntualizó.
REPORTE DE IMSS BIENESTAR
SIETE CONTAGIOS EN COMUNIDADES INDÍGENAS
Gisela Lara Saldaña, coordinadora general de IMSS Bienestar, informó que hay siete casos confirmados de covid-19 en poblaciones indígenas y marginadas, a los que se prestó la atención debida en las instituciones de salud correspondientes. En su participación en la conferencia de prensa de los representantes de Salud detalló que cuatro contagiados fueron hospitalizados, dos tratados de manera ambulatoria y a uno se le dio el alta sanitaria. Lara Saldaña también indicó que se han realizado las pruebas a todo el personal de Salud que llega y que hasta el momento se han tomado a 55 compañeros, de los que 40 han dado negativo; aún faltan 15 resultados.