Sin ceremonias oficiales y con apenas unos cuantos visitantes, entre ellos una veintena de representantes de los medios de información, se realizó la reapertura del Palacio de Bellas Artes y el Museo Nacional de Arte (Munal).
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Entre las personas que se animaron a asistir al máximo recinto cultural de México, en medio de la crisis sanitaria generada por el covid-19, que en México ha cobrado la vida de más de 65 mil personas, estuvieron Lucy y Alfredo Arrieta, matrimonio que hizo todo lo posible para no regresar a su país, Colombia, sin antes conocer y recorrer el Palacio de Bellas Artes.
Tuvieron que pasar por un viacrucis, pues por la falta de información acudieron en varias ocasiones al recinto para preguntar cuándo abriría al público, y nadie acertaba a darles alguna noticia.
Lucy Arrieta comentó: “Llegamos desde temprano porque no fue fácil que nos dijeran cuándo podríamos visitarlo; por fin alguien nos informó que hoy abrían a las 11 de la mañana”.
Su esposo afirmó que es un apasionado del arte y que ha tenido “el honor de conocer casi todos los museos del mundo, y éste me faltaba. Considero que el Palacio de Bellas Artes es la imagen de México. Habíamos tratado de entrar pero había sido imposible por la pandemia de covid-19. Al fin hoy lo abrieron y nos tocó postergar el viaje para tener la oportunidad de entrar”.
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Y valió la pena su espera, pues fueron recibidos por Miguel Ángel Félix, director del Museo del Palacio de Bellas Artes, quien junto con la subdirectora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), Laura Ramírez, les obsequiaron el libro En esto ver aquello, Octavio Paz y el arte, y una guía del museo.
Lucy Arrieta se mostró feliz al comprar sus boletos y poder, después de tantos obstáculos, cumplir con su sueño: ver la obra mural de Diego Rivera que tanto ansiaba conocer.
Félix les explicó que se prepararon mucho para recibir al público con un protocolo cuyo punto central es la salud de todos.
Las personas que caminaban alrededor de la fuerte muralla antimarchas que rodea el Palacio de Bellas Artes ni se enteraron de que reabría sus puertas al público, pues no hay ningún anuncio o cartel que informe que ya se puede visitar.
Fernández dijo que mañana el gobierno de Ciudad de México quitará las vallas que custodian al Palacio de Bellas Artes. De hecho, ayer en la tarde varios trabajadores empezaron a recogerlas.
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El horario de visita del museo será de 11 de la mañana a las 5 de la tarde de martes a domingo, mientras que la librería, la cafetería y las salas para exposiciones temporales permanecen cerradas y posiblemente se reabran la próxima semana.
NO APUESTAN POR LAS CIFRAS
En el Museo Nacional de Arte, que también reabrió ayer, apenas hubo seis personas que esperaban formadas para acceder al recinto, al que acudió Lucina Jiménez, directora general del Inbal.
Jiménez aclaró que no tienen expectativas cuantitativas, porque les interesa la cualidad de la experiencia. “Queremos que los museos se vean como un refugio, donde los asistentes se puedan sentirse seguros y, al mismo tiempo, relajarse apreciando obras de arte”.
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Mientras caminaba hacia Palacio Nacional, donde tendría una junta para rendir un informe al Presidente sobre temas patrimoniales y de restauración, indicó que el Museo Tamayo, el Museo de Arte Moderno y la Sala de Arte Público Siqueiros, los tres primeros recintos que reabrieron hace dos semanas, han recibido desde entonces cerca de 2 mil 200 visitantes.
Y ADEMÁS
EL 8 DE SEPTIEMBRE LLEGA MODIGLIANI
Dadas las condiciones de seguridad requeridas con motivo de la crisis sanitaria, la museografía de la exposición El París de Modigliani y sus contemporáneos en el Palacio de Bellas Artes tuvo que ser modificada, dijo Lucina Jiménez. Por este motivo, se inaugurará el martes 8 de septiembre, con 164 obras del autor y otros artistas de la época.
En lugar de las pantallas táctiles previstas, se usará tecnología sensorial para que los visitantes no toquen nada.