Ecosistemas sin equilibrio dan enfermedades: Sarukhán

Covid-19

El biólogo dictó la conferencia "Biodiversidad y salud humana" para El Colegio Nacional, donde habló sobre la "depredación" del ser humano hacia el entorno.

José Sarukhán (Cuartoscuro).
Ciudad de México /

La situación actual que vivimos a raíz del covid-19 se debe a los efectos de la perturbación de los ecosistemas que a su vez los tiene sobre la salud humana, afirmó el biólogo José Sarukhán Kermez, integrante de El Colegio Nacional.

Como parte de las conferencias en vivo que se transmiten durante el mes de abril, el doctor Sarukhán dictó la conferencia "Biodiversidad y salud humana", a través de las plataformas digitales de El Colegio Nacional, en la que alertó sobre un urgente y mejor aprovechamiento de los recursos naturales.

Dijo que se han visto disminuidos los servicios que nos brindan los ecosistemas a lo largo de más de doscientos años, como la calidad del aire, los microclimas, los polinizadores, la calidad del agua y la leña, entre otros como resultado del efecto de la actividad humana.

Señaló que esto es grave porque los ecosistemas son indispensables para mantener la vida en la Tierra, y para el bienestar y salud de las personas en todo el mundo. Esto nos coloca en una situación inestable porque ya hay erosiones de suelos, pérdida de capacidad de captura de CO2 y aumento de la temperatura de la atmósfera, entre otros problemas.

El consumo de las personas, un mal

El autor de Las musas de Darwin explicó que en los últimos 250 años, el incremento intenso de la población; el aumento del CO2 como resultado del uso de combustibles; la conversión de ecosistemas en zonas utilizadas para la producción de alimentos y el incremento de las temperaturas; el crecimiento del PIB, que deriva en mayor capacidad de consumo de las personas, son factores que han cambiado fuertemente al planeta con efectos dañinos.

Hemos acabado con nuestros ecosistemas (Especial).

Premio Nacional de Ciencias y Artes 1990, José Sarukhán señaló como ejemplo de la dependencia de los ecosistemas que aún tenemos en México, el uso todavía muy extendido de madera para construir casas, o el de leña como combustible y para calentarse. Mostró las áreas que ocupaban las selvas en México y en el mundo y su agresiva disminución a lo largo de los siglos.

Las enfermedades no son casualidad

Sobre la relación entre las enfermedades infecciosas y los ecosistemas de cualquier parte del mundo, Sarukhán Kermez dijo que el patógeno que genera las tres cuartas partes de las enfermedades infecciosas en el mundo, ha vivido en otra especie previa a la humana. Esos patógenos forman parte integral de ecosistemas de los cuales, los vectores y los hospederos también son parte.

"La transformación de los ecosistemas genera un desequilibrio tan fuerte, que en muchos casos, el problema de la dispersión de enfermedades resulta de esa pérdida de equilibrio en los ecosistemas, fragmentados, reducidos o hasta aniquilados", expuso.

Se ha generado una “epidemia” de epidemias humanas; su número ha crecido significativamente en los últimos cien años y cada vez más tenemos este tipo de problemas sociales, biológicos y médicos, afirmó el miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

Hay una relación muy cercana con los ecosistemas que hemos minimizado de cierta forma con avances en medicina, en sanitización, pero aún con dichos avances vivimos una situación claramente seria por la erupción de una epidemia derivada de un virus que ha salido de los mismos ecosistemas, dijo, refiriéndose al covid-19.

El conferencista refirió que las enfermedades infecciosas humanas están conectadas a patógenos, que deben ser entre mil 400 o mil 500 que causan enfermedades humanas. La mayor parte de éstos se encuentran en hospederos no humanos que vienen de otras especies: 217 virus o priones; 538 bacterias; 307 hongos; 66 protozoarios y 287 nematodos, que vienen todos ellos de otros organismos.

Nuestra especie, depredadora del planeta

Sarukhán señaló que la perturbación o fragmentación de ecosistemas afecta más a los depredadores que a las presas, frecuentes hospederos de enfermedades, lo que causa un aumento explosivo de sus poblaciones.

Algunas presas, particularmente los roedores, cuando sus depredadores son carnívoros grandes, ya no pueden vivir porque su ámbito, el bosque o la selva en que vivían, está fragmentado. Estas presas aumentan intensamente y sus poblaciones se salen de esos ecosistemas y se mueven a zonas más pobladas por personas.

Sarukhán Kermez, coordinador Nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y el Uso de la Biodiversidad (CONABIO), hizo una última reflexión;

Los cerca de siete mil quinientos millones de seres humanos que habitamos el planeta, representamos el uno por ciento de todos los homo-sapiens que han vivido desde hace 300 mil años, y éste uno por ciento, ha perturbado al planeta con gran intensidad, por lo que la irrecuperabilidad de perturbación no tiene paralelo desde la Revolución Industrial. En muy poco tiempo nuestra especie ha impactado al planeta de una manera que ninguna otra lo ha podido hacer.

Necesitamos discutir la responsabilidad que tenemos como individuos y sociedades sobre el futuro de nuestro planeta y cómo cambiar estas circunstancias.

​vmb

  • Milenio Digital
  • digital@milenio.com
  • Noticias, análisis, opinión, cultura, deportes y entretenimiento en México y el mundo.

LAS MÁS VISTAS