Editorial Impedimenta se fundó en 2007. Un año después obtuvo el Premio Nacional a la Mejor Labor Cultural Editorial en España. Se reconoce como un sello independiente, más allá de haber logrado salir de los límites de la geografía española y, ahora, es un buen ejemplo de los retos que tendrán en aquel país para que la industria editorial salga adelante:
“Nosotros íbamos a publicar desde marzo hasta junio nueve novedades, nos vamos a quedar en cuatro, y aún no hemos sacado la primera”, cuenta su director y fundador, Enrique Redel. “Todos tenemos la artillería preparada, por lo menos de una manera discrVeta para no inundar las librerías de novedades, pero ir con alguna apuesta que nos ayude a retomar la actividad”.
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Durante el confinamiento, las editoriales independientes en España buscaron dar una cierta respuesta sensata a la pandemia, más allá de que hubo algunos casos en lo que fueron tras “un cortoplacismo que no llega a nada”, ante lo cual apostaron por crear un entendimiento con las librerías a fin de aguantar hasta el momento en que pudieran abrir y, en especial, animar al sector para que se preparen de “manera sensata las novedades.
“No ha habido decisiones precipitadas. En cierto modo, el mercado no ha muerto del todo, no son número negativos, eso nos da esperanza de que cuando todo se reactive se vuelva a una cierta normalidad. La idea es salir victoriosos de esta batalla o, al menos, no salir muy tocados”, explica Redel.
Ahora que en España se han establecido las diferentes fases para la “desescalada”, donde se establecieron esquemas para las distintas etapas: desde citas telefónicas por internet, hasta el paso de un solo comprador, de acuerdo con el tamaño de las librerías, el primer reto es surtir las novedades, pero al mismo tiempo no saturarlas.
“Insistimos mucho a nivel político y mediático en apoyar a las librerías para que cuando se saliera del confinamiento se apoyase de manera efectiva con ventas institucionales, de modo que fueran las librerías las que se beneficiaran”.
Dentro del proceso del libro en España, cuenta el editor, ha resultado fundamental que todos los integrantes se den la mano: “Los resultados a corto plazo pueden ser satisfactorio, pero a medio y a largo será grave, porque habrá cadáveres”, y en la medida en que las librerías salgan, “los impresores, editores, traductores, agentes, distribuidores, saldremos también.
“Logramos construir una cierta fidelidad entre nuestros lectores, lo que solo ocurre con editoriales como Acantilado o Páginas de Espuma, lo que espero nos permita capear un poco el temporal. Lo que sí es cierto es que gracias a ellos seguimos en marcha, se nos toma en cuenta; los propios lectores nos escriben y confío que de la mano de todo el sector podremos salir a flote”, asegura Redel, a unas horas de que la industria editorial en España empiece a tener ciertas libertades en sus actividades.
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NOVEDADES EN EL RELANZAMIENTO
No resulta sencilla la apuesta de las editoriales independientes en la reapertura, por lo cual Enrique Redel debió elegir cuatro títulos como punta de lanza en la desescalada española: A lo lejos, de Hernán Díaz; Damas asesinas. Mujeres letales en la historia, de Tori Telfer; El cuerpo, de Mircea Cartarescu, y Monjas y soldados, de Iris Murdoch.