Algunos dicen que el café es la segunda bebida más tomada en el mundo, solo por debajo del agua. También hay quien encuentra en él una manera de entender al mundo, de contar al amor, muchas veces al vacío del desamor, como ya lo hiciera Jaime Sabines en Los amorosos. Cartas a Chepita: “Me he tomado también tu taza de café. Ya casi no tengo azúcar pero me acordé que a ti te gusta amargo. Sabe muy feo, como esta soledad. Como este estar deseándote a todas horas”.
Pareciera ser solo “un polvo oscuro dentro de un frasco”, pero cuando se combina con una taza de agua caliente, muy caliente según los gustos, la bebida se transforma o transforma a quien la consume. De ahí este boom de cafeterías en diversas partes del mundo y México no podía quedar fuera de esa realidad; y tampoco de quienes comienzan el día con un buen café.
Manual del café. Guía definitiva para comprar, preparar y tomar, de Nicolás Artusi, se presenta como tal: ni es un libro de historia, ni un recetario. Si bien ofrece la información suficiente para conocer parte de su pasado y su presente, como leyenda que, de tantas veces repetida, se acerca a la verdad.
Kaldi, un pastor y poeta, una tarde observó que sus cabras habían desaparecido; al buscarlas las halló excitadas luego de comer los frutos de un arbusto. Pensó que estaban envenenadas, pero en lugar de morir, estuvieron despiertas toda la noche. Después, por accidente, los granos de café empezaron a tomar aroma y sabor en un monasterio.
Todo eso, en Etiopía, hace más de mil años, Aunque, más allá de estos datos, lo que ofrece el manual es la manera de comprar una cafetera, según los diferentes tipos de café, hasta conocer a sus mayores productores. A ello se suma el análisis sensorial, el olfato y hasta los defectos de la bebida.
Nicolás Artusi termina su manual, publicado por Planeta, con el ADN del café, sobre todo con una breve reflexión sobre la cafeína, sus beneficios y sus efectos, aunque también con una especie de densidad poética que se refleja en la recuperación de un viejo proverbio abisinio: “El sabio miró dentro de la taza, dejó ir los ojos en el líquido oscuro y dijo: ‘ahí dentro hay un mundo’”.
VEREDICTO
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Contenido: 10
Edición: 10
Portada: 10.