Pasó lo improbable. Al Leganés de Javier Aguirre aún le queda una vida más para tratar de mantener la categoría; sí, la última, justo en el cierre de la temporada de LaLiga española. Ya no hay para más y por fin el domingo terminará la agonía y se sabrá si los Pepineros se quedan en Primera o si descienden a Segunda.
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Ayer se esperaba que el Leganés perdiera la categoría; sin embargo, el sorpresivo triunfo de visita ante el Athletic de Bilbao, por 2-0, así como la derrota en casa del Celta de Vigo frente al Levante (2-3) provocó que todo se resuelva hasta la última jornada.
El domingo, el conjunto de Aguirre necesita vencer sí o sí al Real Madrid y esperar que el Celta empate o pierda en su juego frente al ya descendido Espanyol de Barcelona para salvar la categoría. Si el Leganés empata, deberá rezar por una goleada monumental de los Periquillos –por 10 goles de diferencia– sobre el Celta, pero si cae ante el recién proclamado campeón de España, el descenso será inevitable.
Sí, el Leganés ganó una jornada más para tratar de realizar una verdadera proeza, pues si se habla de justicia deportiva en este duelo directo que sostiene con el Celta de Vigo, es el conjunto Pepinero el que debería perder la categoría, pues en 36 de las 37 fechas disputadas ha estado entre los tres últimos lugares de la clasificación.
CONTRA CORRIENTE
Javier Aguirre llegó al Leganés el 4 de noviembre de 2019. En ese momento el equipo se encontraba a la deriva al sumar solo cinco puntos en las primeras 12 fechas. Ese 14 por ciento de efectividad lo tenía sumido en el último lugar de la tabla, a seis unidades de los puestos de salvación. El arranque no fue sencillo y el Vasco empezó a sumar a cuenta gotas, pero poco a poco el Leganés iba adquiriendo el sello que siempre ha distinguido a los equipos del mexicano: mucha garra y sacrificio.
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Fue así que el equipo empezó a levantar con un futbol práctico y de entrega. A principios de año llegó a recortar la diferencia a solo dos unidades y parecía cuestión de tiempo para que saliera de los últimos tres lugares. Fue entonces que el Vasco se quedó sin sus goleadores En-Nesyri (Sevilla) y Braithwaite (Barcelona), lo que provocó que el equipo se desequilibrara, aunque esto no se reflejó de inmediato, pues llegó la pausa obligada por la pandemia.
Ya en el regreso a la actividad, el Leganés perdió fuelle y se fue rezagando al grado que para la Jornada 32 y 33 ya estaba a ocho puntos de diferencia del Celta, que ocupaba el lugar 17, parecía que el conjunto de Aguirre había tirado la toalla y se había resignado a perder la categoría
POR UNA PROEZA
El calendario invitaba a creer que el Leganés descendería de manera matemática con una o dos jornadas de antelación, pero no fue así. Javier Aguirre y sus muchachos lograron llevar todo hasta el límite con los 10 puntos que sacó en sus últimos cuatro compromisos, incluyendo las victorias inesperadas ante el Valencia y ahora contra el Athletic.
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Falta el rival más complicado, sí, el campeón Real Madrid, y que el Celta falle. Un cierre digno y dramático para un equipo y un entrenador que decidieron sublevarse a lo que parecía un destino ya escrito.
LA CIFRA
40 por ciento de efectividad tiene Javier Aguirre con el Leganés; el mexicano ha sumado 30 de los 35 puntos que tiene el equipo.