A mediados de 2014 Javier Hernández y Raúl Jiménez arribaron a Madrid para defender las playeras de los dos equipos más representativos de la capital española. El Chicharito, ya con cuatro años en el futbol europeo, llegaba a las filas del portentoso Real Madrid, mientras que Raúl recibía su primera oportunidad en el futbol europeo de la mano del Atlético. Ninguno logró consolidarse en esa temporada y tuvieron que salir de esos equipos.
Eran los tiempos en los que Javier Hernández disfrutaba de un gran cartel y aunque el Manchester United ya no lo tuviera en cuenta, había muchos clubes que estaban interesados en él. Sus goles en sus primeros años en Europa le labraron una reputación de delantero de élite, así que ofertas no le faltaban.
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En cambio, Jiménez era un desconocido que había tropezado en su incursión al Atlético de Madrid. No se acercó para nada -ni en goles ni apariciones- al boom que generó Chicharito en su primer año en la Premier League. Pese a ello el Benfica de Portugal se interesó en sus servicios y compró su carta.
Y así pasaron tres años más. Javier tuvo un buen paso por el Bayer Leverkusen de la Bundesliga donde fue ídolo y seguía siendo el mayor referente de los jugadores mexicanos en Europa; sin embargo, su cambio al West Ham, a mediados de 2017, provocó que sus números vinieran a la baja. En tanto Raúl Jiménez permanecía en la sombra, sí, es cierto que con el Benfica empezó a mostrar su olfato goleador, pero no fue suficiente para lograra la titularidad.
Entonces llegó la temporada 2018-19, en la que los dos delanteros volverían a coincidir en la misma Liga, pero con realidades muy diferentes. Chicharito tendría su segundo año con West Ham, tratando de recuperar la titularidad y la buena forma, mientras que Jiménez llegaba a préstamo para el Wolverhampton. Y ahora sí, los papeles se invirtieron. Raúl empezó a llamar la atención con sus goles y su inamovilidad en el once titular de los Wolves; en cambio, Chicharito cada vez tenía menos minutos sobre el terreno de juego, las lesiones también empezaron a aparecer y Manuel Pellegrini tampoco lo consideraba como alguien fundamental.
ASCENSO Y DECLIVE
Este 2020 ha comenzado de la misma manera como terminó 2019, con un Raúl Jiménez en plan estelar y un Chicharito Hernández a la espera de más oportunidades. En el primer juego del año para los Wolves, el 1 de enero, ahí estuvo Raúl en el once titular, completando los 90 minutos; dos días después, pero en Sevilla, Javier se quedó en la banca, la séptima ocasión que no es tomado en cuenta por su técnico.
El 2019 fue muy contrastante para ambos delanteros mexicanos. Jiménez tuvo sin duda alguna su mejor año, mientras que Javier firmó uno de los peores desde que está en Europa. Raúl solo faltó a tres juegos con su equipo, mientras que Chicharito apenas estuvo presente en el 60 por ciento de los partidos que disputó tanto en su primer semestre con West Ham como en el segundo con Sevilla. En los goles se mostró la gran diferencia. La continuidad le permitió a Jiménez marcar en 28 ocasiones, cuatro veces más de lo que lo pudo hacer Hernández a lo largo del año. Hoy ha llegado el momento de Raúl, mientras que Javier lucha por mantenerse vigente.
Desde hace un par de años surgió la polémica en la selección mexicana de quién debía ser el centro delantero titular entre Javier Hernández y Raúl Jiménez. La trayectoria del Chicharito le permitió mantener esa posición en los últimos dos Mundiales, Brasil 2014 y Rusia 2018, en los que Jiménez fue suplente; sin embargo, en el comienzo del proceso para Qatar 2022 las cosas se han modificado por completo.
Gerardo Martino ha dejado muy en claro que su delantero estelar es Raúl debido al buen momento que atraviesa en la Premier League, al tiempo que ha convocado en muy pocas ocasiones con Hernández; incluso, para la Copa Oro, Jiménez fue el goleador del conjunto mexicano que se alzó con el título, mientras que Chicharito solicitó un permiso para no ser convocado debido al nacimiento de su hijo.
Tal parece que la transición llegó también al Tricolor.