Mishelle, La Pioja Herrera, es una joven que estudió Comunicación en la Universidad Anáhuac, dejó un trabajo como Comunity Manager en Tijuana por seguridad, pero no todo en su vida es normal, sabe que ser la hija del director técnico del América, Miguel Herrera, viene con algunos inconvenientes, como que la busquen por interés, lo que la ha hecho reservada.
Tiene más de 48 mil seguidores en Instagram y más de 37 mil en Twitter, y ha sido considerada influencer —famosa en redes sociales por un incidente con Christian Martinolli y Luis García en 2015—, pero más bien se define como una nini que hoy está muy tranquila.
Tu segundo apellido es Álvarez, pero muchos te ubican solo como Mishelle Herrera.
Sí, pero tengo padre y mucha madre.
¿Cómo andas sin chamba, con todo lo que haces en redes sociales?
Estuve trabajando en Tijuana seis meses y fui muy feliz, pero me vine por un tema de seguridad; hago de todo un poco y lo que hago ahorita es un hobbie y ya.
¿Por qué un tema de seguridad?
Tuve una vivencia medio fuerte, que no quiero contar, lo hablamos en familia y decidimos que estaba muy lejos, sola y que era mejor que regresara.
¿Cómo ves la inseguridad en el país?
Está fuerte, creo que hay mucha impunidad, a veces te pasan cosas y prefieres callar, porque sabes que al final no va a pasar nada.
¿Eres nini entonces?
Sí, mi mamá me lo dice todo el tiempo. Soy, cómo se le llama… influencer, pero ese término no me encanta.
¿Te consideras una influencer?
Me hicieron una, al final lo he dicho en mis redes sociales, nunca voy a mostrar algo que no soy o que no utilizaría, ahorita soy nini sin beca.
Pero muchos tienen la idea de que eres una nini muy bien becada.
No, soy una sin beca, vivo de lo ahorrado en los seis meses que trabajé, claro que mis papás me apoyan, sigo viviendo en su casa y es un parote, pero la beca del señor presidente (Andrés Manuel López Obrador) no la tengo.
¿Quién es la persona más fuerte de carácter en tu casa?
Mi mamá, ¡podrías imaginarlo! Mi mamá es la que manda.
¿Te molesta el apodo de La Pioja?
No, al final soy hija de El Piojo, al principio mi hermana Tamara era La Pioja, pero a ella no le encantaba y me lo pasaron. Soy hija de una figura pública muy fuerte en el país y no me afecta, me siento orgullosa de ser la hija de Miguel Herrera.
¿Qué sientes cuando escuchas mentadas de madre para tu papá?
He aprendido a tomar las cosas de quien viene. Mi papá es una persona que trabaja muchísimo, todo lo que tenemos se lo ha ganado con chamba y saliendo adelante, y si le mientan la madre, pues que lo hagan.
¿Reaccionas?
No, ya no, ha habido momentos en los que me agarran en mis 5 minutos y sí reacciono, pero hace mucho que no lo hago.
¿Cuánta gente se acerca a ti por ser la hija de El Piojo?
¡Ufff! Si te contara. Y cuando hay clásicos, finales y liguillas mucha más gente.
¿Notas que traes un imán por eso?
¡Claro!
¿Te afecta?
No, ahorita estoy en un momento muy maduro de mi vida, no voy a negar que en mi adolescencia fue muy fuerte e incómodo, porque no solo eran amigos, también relaciones que al final te dabas cuenta que eran por interés. Ha sido fuerte y doloroso, porque le abres el corazón a alguien y te das cuenta que no va por ahí, que se acercó a mí por ser la hija de...
¿Qué de bueno y malo tiene ser la hija de Miguel Herrera?
Lo malo aún lo estoy tratando de descubrir, pero tiene muchas cosas buenas; conoces a gente increíble, pero no todo es color de rosa. Es complicado porque tienes poca privacidad.
¿Eres de carácter fuerte?
Sí, mucho.
¿Qué te hace encabronar?
Las mentiras y la gente hipócrita y metiche me pone muy mal.
Te han escrito muchos insultos en redes, ¿cómo reaccionas?
Hace poco me pusieron “DEMACIADO naca”, pero hasta para insultar hay que tener buena ortografía y educación. Al final lo tomas de quien viene.
Hay mucha gente que te considera agrandada.
Nunca, nunca, pero sí soy mamona.
¿Qué es ser mamona?
Más que mamona me cuido mucho, por lo que hablamos de la gente que se me acerca por interés; más que mamona, soy reservada.
¿Cuánto condiciona el resultado de un partido el ambiente de casa?
Depende del partido; cuando era chica, perdíamos y no se hablaba hasta que mi papá lo hacía, pero creo que con la madurez que te da la vida, mi papá ha aprendido a separar cancha y casa, pero sí se sigue sintiendo un ambiente diferente cuando se gana y cuando se pierde.
Algo que me quieras contar.
Soy Mishelle Herrera y no soy una persona agresiva, soy una persona que ha madurado mucho; de 2015 para acá soy una persona completamente diferente.
¿Qué está leyendo?
Las hermanas Romanov, de Helen Rappaport.