Sí me echo un whisky, pero soy más de ‘cheves’: Javier Aguirre

Entrevista

Es el técnico mexicano con más laureles en Europa e incluso dirigió en Asia; a sus 61 años sigue disfrutando del futbol, ir al súper, caminar y ver alguna película, y cambia de país como de calcetines.

“La gastronomía de México y País Vasco las llevo siempre conmigo”: Javier Aguirre. (EFE)
Jennifer Seefoo
Barcelona /

El mexicano y sus ocho apellidos vascos.

Aguirre, Onaindia, Alberdi, Landeta, Goyado, Uriarte, Garechana y Lanetarzua son los apellidos que honran la pureza de las raíces vascas de Javier Aguirre, nacido el 1 de diciembre de 1958, hace 61 años.

El Vasco Aguirre nació en tierras mexicanas producto de aquella migración española de los años 50, conocida como la segunda oleada migratoria y que alcanzó una cifra de hasta 20 mil españoles, entre 1939 y 1950.

Javier creció hablando euskera, aunque hoy no lo parezca; conoció el sabor del chile hasta los 16 años, gracias a su gran pasión, el futbol. En México jugó con equipos como el América, Guadalajara y el Atlante y actualmente es director técnico del club Leganés, de la Primera División de España. Le gusta tanto el beisbol como hacer la tradicional siesta de los españoles.

El Vasco es amante de la literatura y del cine. Cambia de ciudades y países como de calcetines. Siempre apoyado por su esposa Silvia y sus tres hijos, Javier prioriza siempre el bienestar de su familia que ha vivido, junto con él, ese desarraigo.

¿Qué hace Javier Aguirre en su día a día?

Pues estoy mucho con mi mujer, 41 años que estamos juntos, 37 casados. Lo que hace cualquier persona de mi edad, caminar por ahí, comprar alguna cosa, ir al súper. Si hay alguna buena película, pues vamos al cine, si hay un buen partido de Champions lo vemos en casa. Normal, ahora que estamos cerca de mi último chavo, Iñaki, de mi último que me queda aquí conmigo, acaba la universidad ya en un mes, en diciembre. Y eso, nada. Me voy a cenar, me echo un whisky en mi casa o unas cheves, me da igual. Soy más de cheves.

¿Cuál fue el último libro que leyó?

El último que terminé… Mira, ahora estoy leyendo uno de Osasuna, que cumple 100 años y me invitaron a la presentación de este libro. El último que leí, pues uno de cultura general, se llama La cultura, de un autor alemán; habla de la cultura desde los griegos hasta acá y es maravilloso el libro, maravilloso. Fue el último que leí, lo terminé hace poco, lo empecé en Egipto y me costó un triunfo, pero ya. Ya me lo metí, afortunadamente. Me costó, porque estaba denso y ya están viejos los pastores.

Han pasado 17 años desde que Javier se fue de México para dirigir en la Primera División de España; fue el Osasuna de Pamplona el club de la Liga de España el que le abrió las puertas en 2002, una vez que concluyó su participación con la Selección Nacional de México en la Copa del Mundo de Corea-Japón 2002.

Desde entonces estuvo en los banquillos del Atlético de Madrid (2006-2009), Real Zaragoza (2010-2011), Español (2012-2014), Selección Nacional de Japón (2014-2015), Al-Wahda de los Emiratos Árabes Unidos (2015-2017), Selección de Egipto (2018-2019) y ahora el dirige al club Leganés.

¿Tiene algunas costumbres mexicanas?

Pues no te olvides que yo soy hijo de vascos, por lo tanto, hablando de la gastronomía, en casa siempre había esa comida española, vasca; incluso el idioma y la bandera, la Ikurriña (la bandera oficial del País Vasco). Y eso me gusta mucho; la comida del norte del país, del País Vasco me encanta, me encanta”.

Sin embargo, no por sus raíces vascas lo mexicano queda de lado: “Paradójicamente también mi costumbre es comer comida mexicana, porque tenemos a Celia, que está con nosotros desde hace 40 años, bueno, 36, desde que nos casamos y llegó (a trabajar) con nosotros. Nos la trajimos desde hace 18 años y todos los días tenemos la tortillita, el chilito, la salsita, algo de mole; es decir, esa gastronomía de ambos países la intento llevar siempre conmigo”.

Pero el momento en el que realmente Javier conoció el chile, el picante mexicano fue “cuando entré al futbol, porque en la primaria, secundaria no jugaba futbol con mis cuates, pero cuando llegué al América a los 16 añitos, ya empecé a encontrarme con la tortilla, empecé a encontrarme el chile, empecé a comer este tipo de cosas; no es que yo viviera aislado o en una burbuja, solo que no era costumbre ir a casa de tus cuates o echar el taco, pero luego ya los comía, y desde eso en el América, soy buenísimo. Soy bueno pa’ comer”.

Los gestos, sus mentadas y el estilo directo de contestar son hasta legendarios en el entorno de Javier Aguirre Onaindia; es auténtico, relajado, sin estereotipos y contesta igual en todas partes, con un carisma que le ha abierto las puertas donde sea que llega a dirigir.

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