La influenza AH1N1 que hace 10 años golpeó a México con una pandemia no fue ajena al mundo del deporte, cuando el 23 de abril del 2009, el entonces presidente Felipe Calderón declaró estado de emergencia en el país y ordenó la suspensión de clases en todo el territorio nacional y la cancelación de actividades en sitios públicos.
En aquel entonces, se celebraba el torneo Clausura 2009 de la Liga MX, donde dos choques de la jornada 15 tendrían lugar en la Ciudad de México y uno más en el estado de Hidalgo; Pumas recibía a Chivas en el Olímpico de CU, América le haría los honores a Tecos en el Azteca y Cruz Azul visitaría a Pachuca.
Por orden de la Federación Mexicana de Futbol en acuerdo con los clubes involucrados, se decidió que dichos encuentros se realizaran a puerta cerrada en los respectivos inmuebles, a fin de evitar un contagio de Influenza en las gradas donde se esperaban miles de aficionados, a quienes se les devolvió el dinero de las entradas previamente adquiridas.
Por esas fechas también se definiría al campeón de la Liga de Campeones de la Concacaf entre el Cruz Azul y Atlante, cuyo duelo de vuelta fue pospuesto indefinidamente por la confederación; además se canceló el Campeonato Sub-17 de Concacaf que se disputaba en Tijuana.