El piloto español Fernando Alonso cumplirá 300 entradas a carreras en la Fórmula Uno este domingo en Montreal, en el Gran Premio de Canadá, justo en un momento en el que su futuro en la máxima categoría está en duda, después de haber competido el año pasado en las 500 millas de Indianápolis y participar en esta temporada del Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), con la mira puesta en las 24 horas de Le Mans.
También se da en una campaña en la que ha vuelto a tener buenos resultados y acumula ya 32 puntos tras seis fechas, una suma cercana a los 54 que tuvo en todo 2016 y superior a los 17 que consiguió durante 2017.
Se convertirá, además, en el cuarto conductor en la historia en llegar a las tres centenas, junto al brasileño Rubens Barrichello, el británico Jenson Button y el alemán Michael Schumacher.
“Es un número redondo, te hace ilusión, pero no cambia nada del fin de semana ni de la preparación, ni cómo lo afrontas, ojalá que sea un buen resultado y demos algo de regreso a los aficionados que nos han acompañado todos estos años”, señaló el ibérico sobre alcanzar esa cifra.
Después de tres campañas difíciles en su regreso a McLaren, la escudería de Woking tiene para este 2018 motores Renault, lo que ha provocado que Alonso sea protagonista; fue quinto en el inicio en Australia, séptimo en Bahréin, China y Azerbaiyán, octavo en España y sufrió su primer retiro hace dos semanas en Mónaco.
Eso lo ha puesto en la séptima posición del campeonato, solo por detrás de los conductores de Mercedes, Ferrari y Red Bull, que dominan los últimos años en la máxima categoría, y por delante de los Renault, Haas y Force India.
Debutó en la máxima categoría el 4 de marzo de 2001, a los 19 años en Australia y llevó su Minardi al puesto 12, en una parrilla de salida que incluyó a Schumacher, el británico David Coulthard, Barrichello, los alemanas Nick Heidfeld y Heinz-Harald Frentzen, el finlandés Kimi Räikkönen (hoy en Ferrari) y el holandés Jos Verstappen (padre de Max, piloto de Red Bull).
“De los 18 a los 36 años, la mitad de mi vida la he pasado en Fórmula Uno, he crecido aquí y ganar dos campeonatos del mundo (en 2005 y 2006) son los momentos más especiales a la hora de recordar los 300 Grandes Premios”, reconoció.
Después de esa campaña en Minardi en la que no tuvo puntos, dio el salto a Renault, ahí llegó su primera victoria, en Hungría 2003, y con la escuadra francesa consiguió un par de títulos, en 2005 por delante de Räikkönen (McLaren) y en 2006 sobre Michael Schumacher (Ferrari).
Tras ese par de campeonatos en F1, los primeros para un piloto español en la historia del Gran Circo, se marchó a McLaren para 2007, donde se quejó que la escudería le daba preferencia a su compañero, el debutante británico Lewis Hamilton y se fue con el tercer lugar del campeonato.
Volvió a Renault, que ya no era el equipo dominante del serial y se conformó con un par de victorias en esos dos años de regreso al garaje francés.
Aterrizó en Ferrari en 2010 y en la Scuderia obtuvo tres subcampeonatos, pero nunca pudo llevarse un título, superado por los años de triunfos del alemán Sebastian Vettel en Red Bull.
Cansado de la falta de éxito con los monoplazas rojos, sorprendió al regresar a McLaren, donde tuvo la labor de reconstruir el auto. En 2015 apenas sumó 11 puntos, al año siguiente mejoró hasta los 54, y el año pasado solo consiguió 17.
Pero ya en 2017 faltó a Mónaco por correr las 500 Millas de Indianápolis, y reconoció que buscaba nuevos retos ante la dificultad de aspirar a un podio en la F1 con McLaren, y en este campeonato alterna las carreras en el Gran Circo con las del WEC.
No obstante, su leyenda se extiende en el serial, comprobada con el hecho de estar entre los mejores pagados, junto a Vettel y Hamilton, que tienen cuatro títulos cada uno.