El Abierto Mexicano de Tenis en Acapulco se jugará sí o sí del 22 al 27 de febrero. Sin embargo, y por el covid-19, se planea hacerlo con solo el 50 de aforo, incluso, hasta sin gente si las condiciones no mejoran. También, entre los cambios más importantes del torneo es que para esta edición no habrá competencia femenil de la WTA. En charla con MILENIO-La Afición, Raúl Zurutuza, director del ATP 500, explicó el plan alterno en caso de que la pandemia continúe a este ritmo.
¿Cómo ves la edición de 2021?
Tuvimos un buen ejercicio con el tema de Los Cabos, no se pudo realizar, pero nos dejó experiencia. No es ninguna coincidencia que anunciemos esto en la semana en que el tenis profesional regresa, ya existe certidumbre sobre los torneos que se vienen y hay que recabar esas experiencias y aplicarlas a Acapulco si es posible. Esperamos que en enero las cosas sean diferentes, si estamos en semáforo verde o amarillo todo puede funcionar. Sin duda alguna creo que habrá torneo.
¿Hay un Plan B en caso de que no se pueda realizar el torneo como lo tienen previsto?
El Plan B se divide en dos. Uno es que nos digan que no se puede el 50 por ciento de aficionados, pero sí con el 20. Si se puede el 20 se le va a ofrecer a todas las personas el reembolso o se le garantizará su lugar para 2022. ¿Por qué con el 20 por ciento de aforo haríamos eso? Porque ese porcentaje lo usaríamos en los boletos comprometidos con patrocinadores que son alrededor de mil 500, es muy importante desde un punto de vista financiero y estratégico poderles garantizar eso. El otro escenario es cero aficionados. Tendríamos que platicar con todos los socios, aunque todos están en el barco, los únicos en duda son los que tienen un stand en el complejo, ya que sin fans no tiene mucho caso. No vemos en el futuro cercano algo que nos pueda impedir realizarlo.
¿Cómo ha afectado la pandemia en lo económico?
Nosotros creemos que esto nos va a afectar hasta 2023 o 2024, porque estamos metiendo dinero importante en Los Cabos. Pero tuvimos un tema de muchísima suerte, que sí hubo torneo en febrero y con casa llena, estamos en números negros, pues aportamos como AMT una parte importante del presupuesto anual. Pasaron cosas buenas que nos han permitido sobrevivir bien el año, no hemos tenido que correr gente o bajar sueldo, dicho esto, como unidad de negocio independiente el Abierto de Los Cabos perdió dinero. El pronóstico para Acapulco con el 50 por ciento de aforo es salir bien a secas. En el formato de no fans saldríamos tablas. Aunque aún no sabemos cuánto nos van a costar todas las pruebas del protocolo de la ATP en cuestión de seguridad y salud. En el balance sobre cuánto ingresamos por boletaje y cuánto por patrocinios lo tenemos casi al mismo nivel, a diferencia de muchos torneos en otras partes del mundo que dependen del público hasta en un 80 por ciento.
¿Qué pasó con la empresa que maneja la WTA?
Fue un negocio, no nos convenía. Llevábamos 19 años, pero no nos convencía. En 2019 decidimos que el 2020 fuese el último año. No es una decisión de ahorita. Había una inquietud por parte de MexTenis de tener nuestra propiedad de WTA y te puedo decir que la intención no es un adiós, es un hasta luego. Aunque tardaremos tres o cuatro años, conseguiremos nuestra franquicia.
¿Es difícil, pero hay algún tenista confirmado?
Ningún jugador en su sano juicio vendría hoy a México, desafortunadamente tenemos un ranking fatal en muertes por covid. Estamos trabajando con el torneo de Delray Beach, que es antes de nosotros, para compartir los gastos de un chárter para los jugadores y así estén más tranquilos, están surgiendo nuevas dinámicas.
¿Qué ha pasado con el estadio?
Parece que ya regresaron hace apenas unas semanas a trabajar. Tendremos que esperar. Regresar al estadio de siempre nos ayuda para la implementación de los protocolos de salud.