“Venció el amor”, dice orgulloso César Yáñez, próximo coordinador general de Política y Gobierno en el gabinete del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, al llegar a la capilla del Rosario, en Puebla, para contraer matrimonio con Dulce María Silva Hernández, empresaria originaria de Tlaxcala.
“Nada más digo que venció el amor. Pudo más el amor”, expresó a MILENIO, al tiempo que sus ojos se cristalizan de emoción, y de inmediato hace una mueca para dejar atrás la nostalgia. Saluda a la prensa y sigue su camino hacia el altar, donde esperará a la novia, tres minutos antes de las 17 horas.
A las 5 en punto aparece Dulce María, reluciente. “¡Feliz, inmensamente feliz!”, exclamó.
Los invitados de “Dulce y César”, considerado la mano derecha de López Obrador, comenzaron a llegar una hora antes a la capilla del Rosario, anexa a la Iglesia de Santo Domingo, en la ciudad de Puebla.
Destacó la asistencia de Alfonso Romo, próximo jefe de Gabinete; el senador Ricardo Monreal y su hermano David, próximo coordinador de Ganadería; Manuel Bartlett, quien encabezará la Comisión Federal de Electricidad; el futuro director de Pemex, Octavio Romero, así como el gobernador electo de Tabasco, Augusto López Hernández.
Ya iniciada la misa, arribó sola la esposa del Presidente electo, Beatriz Gutiérrez Müller.
Antes llegaron políticos locales, como Claudia Rivera, presidenta municipal electa de Puebla, y el presidente del Congreso local, José Juan Romero.
Los invitados de la novia fueron los primeros en llegar al templo, entre ellos su madre, Patricia Hernández, así como varios de sus amigos. También destacó la presencia del padre, hermanos y sobrinos de Yáñez.
La novia solicitó el servicio de una wedding planner, de la empresa Jalil Dib. La capilla fue decorada con más de 9 mil rosas blancas. Se colocaron 26 arreglos florales de 150 rosas a lo largo del templo y frente al altar.
En la fachada de la capilla se instalaron dos arreglos de 2 mil 500 rosas cada uno, que generó asombro entre los visitantes, quienes aprovecharon el momento en que el templo estuvo abierto para tomarse la foto. El acceso fue cerrado al público a las 14:30 horas.
En un tranvía turístico y varios autobuses tipo Turibús, los novios e invitados se trasladaron al Centro de Convenciones de Puebla para la unión civil, de la cual López Obrador fue el testigo de honor.
Amenizaron la noche Los Ángeles Azules y el grupo Matute. El menú consistió en cinco tiempos, además de barra de café y buffet para la tornafiesta.
Primero: cola de langosta servido con escamoles. Segundo: bisque de langosta, clásico platillo francés.
Tercero: sorbete de guanábana y de menta blanca; cuarto: corte de filete de res a la bordelesa, un “jugoso corte tipo medallón de filete de res, bañado en una salsa de reducción de vino tinto de burdeos con tuétano de hueso y especies”, y como quinto tiempo: sorpresa de variedades.