El dirigente estatal de la Confederación Nacional Campesina en Coahuila, Natividad Navarro Morales manifestó que tras el desvió de la tormenta 'Alberto' por la entidad y la región, la mayor esperanza de los productores rurales es que se den más perturbaciones tropicales provenientes del pacífico, que son los que dejan más escurrimientos a las presas.
No obstante, advirtió que si no llueve en los meses de agosto, septiembre y octubre que es el temporal de esta zona, ni para Agua Saludable alcanzará, ya que de acuerdo al Decreto Presidencial del Distrito de Riego, se debe reservar un volumen muerto de la presa 'El Palmito' con el 17 por ciento de su almacenamiento en su vaso y ahora se encuentra al 24 por ciento y ya preocupa.
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“A nosotros nos favorecen más las lluvias del Pácífico ya que son las que generan escurrimientos a la cuenca alta del Nazas y al vaso de la presa, por lo que nuestra apuesta es esa y estamos esperando los meses de lluvía para la región que son agosto, septiembre y octubre”, dijo.
Con una dosis de optimismo, el dirigente campesino dijo que de no caer grandes aportaciones, al menos desean que se logre alcanzar un volumen similar al que se comenzó este ciclo agrícola que era del 50 por ciento de su capacidad y que permita al cierre de este plan de riegos garantizar un plan de siembras similar al actual, pues de no ser así, las cosas se podrán poner críticas en el 2025.
Dijo que en la actualidad la presa Lázaro Cárdenas registra un almacenamiento del 24.45 con un volumen de 677 millones de metros cúbicos en su vaso, de ahí que hay preocupación entre los productores agrícolas tanto del sector ejidal como de la pequeña propiedad, pues de no registrarse la situación podría volverse más crítica.
“Corremos el riesgo de que no haya capacidad ni para cubrir al programa 'Agua Saludable', ya que la presa tendría que quedarse con el puro volumen muerto para evitar fracturas en su cortina, que sería un estimado en los 700 millones de metros cúbicos, que ya fueron rebasados a esta fecha”, expuso Navarro Morales.
Por último, dijo que ya tenían algunos años que no veían una amenaza tan real de poder quedarse sin sembrar un ciclo agrícola y este es uno de ellos, “por lo que Dios quiera que nos caiga la agüita”, expresó.
DAED