A lo largo de su cauce de 24 kilómetros, por el río Tula corren 250 metros cúbicos de aguas negras por segundo, que desbordan pestilencia y contaminación.
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Desde hace más de 50 años, el afluente recibe las descargas residuales del Valle de México, pero quienes habitan en las inmediaciones están hartos y exigen al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dejar de enviar los residuos de los capitalinos y revivir este caudal hidalguense.
“Le exigimos al nuevo gobierno que haga justicia a los habitantes de Tula por toda la contaminación que hemos sufrido durante décadas, que se respeten las normas ambientales, que se respeten los acuerdos internacionales, derecho a la salud y al medio ambiente saludable.
“Creemos que el río puede restaurarse, puede sanearse, remediarse ambientalmente y volver a ser un río limpio. Si ellos destruyen el ecosistema del río, nos aleja completamente de esa posibilidad y nos estarían condenando para siempre a tener un canal de aguas negras y que no tenga otra finalidad mas que conducir agua residual”, señaló René Romero, presidente de la Red de Conciencia Ambiental Queremos Vivir.
El proyecto del
Túnel Emisor Oriente(TEO) que arrancó el ex presidente
Felipe Calderón, y que tiene seis años de retraso, establece una trayectoria de 62 kilómetros desde la
alcaldíaGustavo A. Madero
, en Ciudad de México, con capacidad para desalojar 150 mil litros por segundo de
aguas residualeshacia el
río Tula.Por ello, la pasada administración de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) también arrancó las “Obras y acciones de protección contra inundaciones sobre el río Tula ante la descarga del TEO”, que implicaba el revestimiento del cauce, por lo que mil 500 de árboles fueron talados entre agosto y noviembre de 2017 en las márgenes del río que cruza por Ciudad Cooperativa Cruz Azul y otras comunidades.
“La obra tiene el objetivo de ampliar el cause del río Tula a lo largo de 19.5 kilómetros, aquí estamos en el primer frente de obra y fue un área lineal de aproximadamente 500 metros donde para poder ampliar el cauce, la Conagua necesita talar miles de árboles, muchos de ellos centenarios, como ahuehuetes, fresnos, sauces y pirules”, señaló Romero.
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Aunque lograron suspender la obra durante el último año de la administración de Roberto Martínez de la Parra, las diferentes comunidades afectadas como San Miguel, San Marcos y El Carmen exigen ahora al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, cancelar el proyecto hidráulico, ante la advertencia de los pasados funcionarios de que “a Tula va a llegar un mar de agua y necesitan destruir el ecosistema para poder ampliar el cauce del río y revestirlo con concreto”.
“Estamos esperando que las nuevas autoridades estudien el proyecto porque para nosotros los habitantes de Tula no es un beneficio, el mismo proyecto lo está planteando, es para que no nos inundemos porque nos van a mandar más agua residual de la Zona Metropolitana del Valle de México. Los gobiernos de los municipios del Estado de México y de CdMx tienen que asumir su responsabilidad y tienen una deuda histórica con los pobladores de esta región”, señaló.
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Las aguas residuales que se generan en el Valle de México se conducen a través del drenaje profundo hasta el río Tula y se transportan a cielo abierto a la presa Endhó, localizada en el municipio de Tepetitlán; sin ningún tratamiento se utilizan para riego agrícola en más de 80 mil hectáreas de cultivos.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud en esa zona, los casos de gastroenteritis, influenza y amibiasis son muy superiores a los promedios nacionales; así como los casos de malformaciones congénitas y casos de cáncer.
“Desde hace casi 50 años recibimos las aguas negras, fuimos testigos de como murió tanto pescado en el río Tula. En aquel tiempo nadie levantó la voz, para decir no les permitimos esa situación, ahora estamos buscando que no se dupliquen estos problemas que son muy graves. Hay muchas enfermedades, sabemos que el cáncer esta muy intenso en esta región; el olor es insoportable, durante muchos años nos hemos tenido que aguantar, y vienen muchísimas enfermedades, dependiendo del tipo de contaminante que traiga el agua vamos a tener enfermedades respiratorias, digestivas y hasta renales”, dijo Saúl Basurto Guerrero, secretario de la Red de conciencia ambiental.
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La pasada administración de la
Conagualogró revestir un tramo del río que corre por la colonia
La Mora en Tula de Allende, lo que también alertó a los habitantes de aguas arribas, pues aseguran que el concreto rompe con el
equilibrio ecológicode la zona, y al no permitir la permeabilidad del agua, reduciría las posibilidades de
sanearlo.
“Estamos cansados de seguir recibiendo las aguas del Valle de Ciudad de México. El río Tula queremos limpiarlo”, insistió Carlos Gómez Alfaro, dirigente del Grupo Ecologista Protección del Medio Ambiente en Hidalgo.
Añadió que ambos grupos tiene una propuesta para enviar las descargas domiciliarias procedentes del Valle de México por el
canal Requena,para el Sistema de Riesgo 03 Valle del Mezquital y que la Planta Tratadora de Atotonilco de tratamiento a las aguas industriales; misma que presentaron al equipo de López Obrador durante el proceso de transición.