Buscan vacuna española para Covid-19 a partir del virus de la viruela

El Mundo

Investigación clínica. Mariano Esteban asegura que ya han tenido éxito con el ébola y el zika.

El líder del equipo científico. (CSIC)
Rocío R. García-Abadillo
Madrid /

Un grupo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) está trabajando en una vacuna para el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que emplea sólo un componente viral y no el virus completo. La estrategia del equipo del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), que lidera el científico Mariano Esteban, se basa en generar vectores virales basados en una modificación del virus Vaccinia o virus vacuna, usado en la erradicación de la viruela.

“La línea de investigación es utilizar como vacuna un vector viral distinto al coronavirus como agente productor de uno de los antígenos más importantes que tiene el coronavirus: la proteína de la corona. Esta proteína S es muy importante en la entrada a la célula, en la fusión con la membrana celular por la que penetra al interior de la célula”, explica Mariano Esteban. “La vacuna crea anticuerpos neutralizantes que se unen al virus y le impiden penetrar en la célula. Bloquean el proceso de infección”, añade.

El equipo de científicos trabaja en crear vectores virales modificados de Vaccinia o virus vacuna. “Es un vector viral que es un posvirus. Nos basamos en el virus modificado de Ankara, que perteneció a la vacuna para erradicar la viruela, pero está modificado, se le han eliminado múltiples genes que no son necesarios”, indica Esteban. El objetivo del grupo es generar una respuesta inmune con capacidad para proteger al organismo ante la exposición al coronavirus.

“En otras vacunas usan el patógeno completo, pero atenuado. Nosotros sólo usamos el antígeno que penetra en el interior de la célula, expresa la proteína del coronavirus y luego desaparece en unas 36 horas. En ese tiempo, el sistema inmune se activa porque se ha producido proteína S del coronavirus en suficiente cantidad para alertar a las células T, a los linfocitos”, explica el científico.

De esta forma, al no usar el virus SARS-CoV-2 completo, sino solo el antígeno, es más seguro para los investigadores, que trabajan en condiciones de menor nivel de seguridad biológica (y tienen menos complejidad experimental en el desarrollo de esta vacuna MVA-COVID-19), y además “se puede usar en personas inmunodeprimidas, sin efectos adversos y para todas las edades. Ya hemos tenido éxito antes con otros virus ARN como el ébola, el zika y el chikungunya, donde hemos conseguido el 80%-100% de protección en modelos animales”.

En este momento, el equipo liderado por Esteban avanza en la consecución del vector. “Comenzamos en enero. Estamos avanzando, empezaremos en células en cultivo y luego pasaremos al modelo ratón para ver si se puede inducir esa respuesta inmune, la producción de anticuerpos que neutralicen al virus. Podríamos tener el vector a finales de abril o mayo y quizá, si todo va bien, a finales de año podríamos pasar a los ensayos clínicos”, comenta Esteban.

El vector del virus Vaccinia, que se ha empleado ya en numerosos ensayos clínicos, cuenta con la autorización como vacuna frente a la viruela de las agencias reguladoras FDA estadounidense y la EMA europea. Esteban, que lleva 30 años investigando en esta área, pertenece al Comité Asesor de la OMS en Investigaciones sobre el Virus Variólico (viruela) y asegura que, aunque se considera erradicada desde los años 80, se siguen reuniendo “para saber cómo actuar de forma rápida si vuelve. No podemos permitirnos que vengan otros virus y es algo que puede ocurrir en cualquier momento, tenemos que tener herramientas terapéuticas. Hay muchos virus hemorrágicos que también son ARN y matan a muchas personas, y no hay antivirales ni vacunas. Hay que prevenir y eso requiere tiempo y recursos”, recalca Esteban.

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