Guido Russo causó polémica por acudir a vacunarse contra el coronavirus con un brazo falso en Piamonte, Italia. Tras ser descubierto, la Orden de Médicos lo demandó por estafa.
Russo es un dentista con una clara postura antivacunas que vive en la ciudad de Biella. Se presentó el 2 de diciembre a vacunarse con un brazo de silicón que incluía una especie de músculo para insertar la aguja.
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Guido tuvo que acudir a recibir el inmunizante porque se había vuelto obligatorio en esa región italiana o, de lo contrario, no podría ofrecer servicios como dentista, según informó el Corriere Torino, un medio local.
Sin embargo, de acuerdo con vecinos del edificio donde trabajaba, el especialista continuaba atendiendo pacientes a pesar de que no contaba con la vacuna.
Según medios locales, el hombre tiene 57 años y fue descrito como una persona divertida por las personas que trabajan cerca de él, sin embargo, no esperaban que intentara usar un brazo falso para vacunarse.
Guido mostraba su inconformidad con la obligatoriedad de las vacunas, al grado en que colocó un cartel en la puerta de su oficina que decía "la presentación del certificado de vacunación (también conocido como pase verde) es voluntaria", aún cuando mostrarlo es una disposición oficial. "Esas cosas no se pueden hacer durante la pandemia", indicaron sus compañeros.
La enfermera, a quien Russo intentó engañar, contó que el hombre llegó con calma, sonriente y sin decir una palabra al puesto de vacunación. Sin embargo, notó que el brazo era falso y le pidió que se quitara la camisa.
Entonces, el hombre pidió a la enfermera que actuara como si no hubiera visto nada; sin embargo, ella se negó y avisó a sus compañeros, quienes se quedaron atónitos.
Se presume que Guido habría contado en Twitter, bajo un nombre falso, que iba a comprar la extremidad falsa en Amazon, pues la encontró por un precio no mayor a los 500 euros.
"Si sigo con esto, ¿lo notan? Tal vez debajo de esta pieza de silicona también pueda ponerme más ropa para evitar que la aguja llegue a mi brazo real", había escrito, según el medio Il Messaggero de Italia.
El dentista fue denunciado por fraude y la Orden de Médicos apuntó que, en cuanto se cuente con más pruebas, tomarán una "medida disciplinaria en su contra".
"Lo que ha hecho es muy grave, sobre todo para un médico que debería haber hecho de la ciencia su razón de vivir", indicó la organización.
ROA