Firmas de EU dan bonos a sus ejecutivos antes de ir a quiebra

FINANCIAL TIMES

Estrategia. Las empresas argumentan que en la mayoría de los casos los pagos están destinados a retener a los altos directivos para que se mantengan en sus cargos mientras atraviesan una reorganización.

El abogado de acreedores de Briggs & Stratton considera “atroces” los premios. (Especial)
James Fontanella-Khan y Joe Rennison
Londres y Nueva York /

Las compañías de todo Estados Unidos le otorgan a los altos ejecutivos bonos de “retención” multimillonarios poco antes de declararse en quiebra, lo que enfurece a los acreedores que afirman que los pagos son recompensas por el fracaso.

La práctica se convirtió en algo habitual entre las empresas en dificultades empujadas al límite por la pandemia del coronavirus. La lista incluye quiebras de alto perfil como las de JC Penney, Hertz y Neiman Marcus; firmas presionadas por la recesión de energía como Whiting Petroleum; y grupos más pequeños cuyos ingresos resultaron afectados por la crisis de salud, como Briggs & Stratton, fabricante con un siglo de antigüedad de motores de podadoras.

En la mayoría de los casos, los pagos están vinculados a que los altos directivos sigan desempeñando sus funciones mientras la empresa atraviesa por una reorganización. Los partidarios de la práctica dicen que limita la disrupción para los que ya enfrentan un futuro agitado, y argumentan que retener a los mejores talentos es fundamental para un cambio de rumbo exitoso.

Pero los acreedores respondieron, particularmente a las que recompensaron a los gerentes que presidieron los desplomes de sus negocios. A menudo, los pagos de retención se otorgan semanas —o incluso días— antes de que los grupos despidan a los trabajadores y se nieguen a pagar intereses a los prestamistas.

“Si la administración derrumbó a la empresa, entonces alguien más debería poder hacerlo al menos tan bien como ellos”, dijo Tom Krasner, fundador de Concise Capital, un gestor de fondos con sede en Miami. “No creo que estos pagos de retención estén de ninguna manera justificados”.

Brad Holly, director ejecutivo de Whiting que se unió a la compañía en noviembre de 2017, recibió 6.4 millones de dólares (mdd) a finales de marzo por un nuevo plan de compensación aprobado por el consejo directivo, que también preside, menos de una semana antes de que la compañía se declarara en quiebra. Whiting, que espera salir del Capítulo 11 el próximo mes, dijo la semana pasada que Holly dejará el cargo como director ejecutivo cuando eso suceda y recibirá 2.53 mdd adicionales en indemnización.

En total, Whiting pagó más de 14 mdd a los ejecutivos solo unos días antes de declararse en quiebra. En una presentación regulatoria el 1 de abril, la compañía dijo que su plan de pago se diseñó “para alinear los intereses de la Compañía y de sus empleados”. La empresa no respondió a una solicitud de comentarios.

En documentos judiciales a finales del mes pasado, BNN Western, una empresa de energía a la que Whiting le debía dinero, se opuso al plan de reorganización de esta. “En última instancia, estos pagos podrían evitarse y recuperarse en beneficio de los acreedores con el fin de maximizar la recuperación”, dijo BNN.

Los bonos de retención que se otorgan en el periodo previo a la quiebra se han vuelto más frecuentes en los últimos años, a raíz de una ley de 2005 que restringía el pago de bonos cuando una empresa se encuentra realmente en un proceso de quiebra. Los críticos de que éstos se otorguen antes de la declaración de quiebra dicen que burlan el espíritu de esa ley, que tenía el objetivo de frenar los pagos a los ejecutivos cuando una empresa está en peligro.

“Es una evasión regulatoria. No me gusta la evasión regulatoria”, dijo Jared Ellias, profesor de derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad de California. “Va directo a un sistema de gobernanza que está realmente roto”.

El consejo de administración de Briggs & Stratton aprobó más de 5 mdd en pagos de retención el 11 de junio, incluyendo más de 1 millón de dólares para el director ejecutivo Todd Teske, quien dirigió la compañía durante una década. Cuatro días después, la empresa no hizo un pago de intereses de 6.7 mdd sobre un bono con vencimiento a finales de este año, y el 20 de julio se declaró en quiebra. El 19 de julio, el consejo de administración de la compañía votó a favor de cancelar las prestaciones de seguro médico y de seguro de vida de los jubilados de la empresa. Briggs & Stratton no quiso hacer comentarios. 

El abogado de Brown Rudnick, Robert Stark, que representa a los acreedores no garantizados en el caso de Briggs & Stratton, destacó que los pagos de retención eran atroces. “Aquí es donde estamos”, comentó. “La administración tiene el control. Se pagan a sí mismos grandes bonificaciones, le pagan a los miembros y no pagan a sus tenedores de bonos”.

Los analistas dijeron que habrá más casos a futuro, pues las empresas luchan por superar los efectos económicos de la pandemia.

CBL & Associates, uno de los operadores de centros comerciales más grandes de EU anunció ayer que se declarará en quiebra. El día anterior, aprobó más de 2 mdd en bonos para altos ejecutivos, incluyendo un pago de retención de 953 mil dólares para el director ejecutivo Stephen Lebovitz.

“Hay tanto dolor en la economía; tanta gente sin trabajo”, mencionó Ellias. “Es lamentable que quienes controlan montones de dinero no se pongan alguna restricción que evite que hagan cosas que los hacen ver como tontos”.

LA CIFRA

424 empresas con deuda calificada pendiente se declararon en quiebra al 9 de agosto), afirmó S&P Global, y afirmó que es el ritmo más rápido de solicitudes en una década.


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