Volkswagen detendrá temporalmente la producción de cuatro modelos clave apenas unas semanas después de reabrir su sede de fabricación en Alemania, ya que la débil demanda de autos nuevos en Europa frustra las esperanzas de la industria de una rápida recuperación.
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El grupo alemán comenzó a aumentar las operaciones en la planta automotriz más grande del mundo en Wolfsburg el 27 de abril, con casi 8 mil empleados que regresaron a la fábrica, la cual se modificó para evitar la propagación de covid-19.
Pero en un movimiento de mal agüero para el sector automotriz, VW ahora se verá obligado a dejar inactivas líneas de ensamble, algo que aumenta los enormes costos de mantener en funcionamiento las fábricas subutilizadas.
En los próximos días, la firma dejará de fabricar temporalmente sus modelos de gran venta, el Golf 7 y 8, así como los vehículos utilitarios deportivos Tiguan y Seat Tarraco.
En una entrevista interna que pudo ver el Financial Times, el gerente de VW, Arne Meiswinkel, dijo que la compañía tiene que “alinear la producción a las fluctuaciones esperadas del mercado”.
“Tenemos la flexibilidad necesaria para adaptar la producción a la situación actual una y otra vez”, agregó.
Aproximadamente 45 mil empleados de VW regresaron a trabajar en diversos horarios en las últimas semanas, ya que reabrió varias plantas en Alemania, entre ellas la fábrica de Zwickau donde está produciendo su primer automóvil eléctrico para el mercado masivo, el ID.3.
Alrededor de 35 mil empleados permanecen en el esquema de “desempleo parcial” patrocinado por el Estado, o Kurzarbeit, que VW espera utilizar al menos hasta finales de junio.
EN CIFRAS
3% del volumen habitual de ventas persiste en Francia, Italia, España y Reino Unido, lo que prácticamente eliminó los ingresos en la región europea.
61% cayó el volumen de ventas en Alemania, considerado el mercado de automóviles más grande de Europa.