Para que el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) funcione, es necesario que el gobierno adopte una actitud más amigable ante la inversión privada en todos los sectores, y particularmente en energía, y aquellos complementarios con la industria en los Estados Unidos, explicó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
En su análisis semanal, detallan que la estrategia del gobierno federal requiere de dos aspectos para que funcione; primero, ser medidas más amplias y considerar un esfuerzo significativo de alivio y mejora regulatoria.
Y segundo, medidas para reducir costos, elevar la oferta y mejorar el funcionamiento de los mercados que deberían estar en la agenda permanente del gobierno, ante la necesidad de reactivación de la economía.
“Aquí es preciso reiterar, como se hizo en este espacio en múltiples ocasiones, la necesidad de que el gobierno adopte una actitud más amigable ante la inversión privada nacional y extranjera en todos los sectores, y particularmente en energía, y aquellos complementarios con la industria en los Estados Unidos. Esto último para acelerar el aprovechamiento de las ventajas de la relocalización de actividades globales y las de ese país”, describieron.
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Indicó el Ceesp que la recaudación tributaria depende en gran medida del crecimiento de la economía, no obstante, resaltó que en vista del bajo dinamismo y la fragilidad de las expectativas de crecimiento de México, “preocupa que no alcance los niveles previstos en la perspectiva oficial para los próximos años”.
“Podría pensarse en un programa temporal de subsidios en especie (como vales) para quienes sufren más los estragos de la inflación. Ello en contraste a subsidiar los combustibles, que es una medida regresiva que ayuda más a la población de ingresos más elevados”, señaló el Ceesp.
El organismo empresarial que pertenece al Consejo Coordinador Empresarial (CCE), agregó que en ese entorno ayudaría sin duda alguna, un cambio de actitud del gobierno y la realineación de sus objetivos a facilitar la inversión y el crecimiento y, así, permitir una mejora sostenible del bienestar de los hogares.
Resaltó que desde 2020, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) implementó la estrategia “ABC”, misma que consta de acciones que permiten identificar oportunamente omisiones o inconsistencias en el cumplimiento de obligaciones, así como llevar a cabo acciones de cobranza coactiva.
“La recaudación tributaria depende en gran medida del crecimiento de la economía. No obstante, en vista del bajo dinamismo y la fragilidad de las expectativas de crecimiento, preocupa que no alcance los niveles previstos en la perspectiva oficial para los próximos años”, destacó el Ceesp.