A finales de abril de 2011, el entonces perredista y candidato al gobierno de Estado de México, Alejandro Encinas, aceptó, sin rémoras, la invitación para ser entrevistado.

Es el reconocimiento, ya sin pudor alguno, de un estilo de gobierno que está haciendo de la mentira uno de sus ejes principales de acción política.

Uno no halla con cuál imagen se queda de este año que agoniza, como ningún otro, con un ánimo de abatimiento cuando no de desasosiego.

Escribió Aurelio Arteta que la vejez es esa fase en que la tentación del autoengaño se acrecienta al máximo, por no soportar tanta realidad tan desdichada.

La ministra aseguró que en la Corte actúan con independencia, sin presiones y con colaboración y respeto con el Presidente; dijo que no ha pensado militar en Morena y que en 2021 vislumbra un país saliendo de la pandemia.

Nuestro Presidente sostiene en su cátedra que los malvados “intelectuales orgánicos” subestiman al pueblo por ignorante. Que se dirigen y escriben solo para las elites.

El secretario general del Partido Verde aseguró que no se han caído todas las alianzas con Morena y aún están dialogando para construir algunas; afirmó que ganarán la gubernatura de San Luis Potosí.

El hervidero de razones y sinrazones, emociones, vísceras: el retrato más exacto de nuestras miserias, fobias y contradicciones.

El director del Seguro Social descartó buscar alguna candidatura o regresar a la Segob, pues dijo que busca llevar al instituto a su cargo al porvenir y poder lograr una mejor respuesta ante el covid-19.