El ex policía federal Iván Reyes Arzate, quien el 24 de febrero se declaró no culpable de tres cargos por distribución de droga, acudirá a una segunda audiencia ante el juez Brian Cogan, mismo que condenó al narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán.
Reyes Arzate se entregó en 2017 a las autoridades norteamericanas en Illinois y fue condenado a tres años de prisión por obstruir una investigación contra un ex operador del cártel de los Beltrán Leyva.
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Asimismo fue señalado de revelar la identidad de una informante de la DEA, pero a tres días de que culminara su corta condena, se le presentó una nueva acusación en la Corte Federal del distrito este de Nueva York.
El renovado interés de los fiscales por este personaje se debe a que buscan testifique contra el que fue su jefe, Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón.
"Confiamos en que Reyes Arzate nos proporcione información de los supuestos sobornos que los hermanos Beltrán Leyva dieron a García Luna” confió el asistente del fiscal en la audiencia del 24 de enero.
En un escrito enviado al tribunal para pedir que el caso fuera asignado al juez Brian Cogan, se alegó que Reyes Arzate "tiene relación con los esquemas de transacciones por los que se fincaron acusaciones a Joaquín Guzmán Loera y Genaro García Luna".
Iván Reyes Arzate era un comandante asignado a la Unidad de Investigación Sensible (UIS), y uno de los enlaces entre las agencias de seguridad con la Policía Federal.
Fue entrenado en el Centro de Capacitación de la DEA de Quantico, Virginia, para servir desde las instituciones de seguridad mexicanas a la guerra contra el narcotráfico, pero también se dedicó a vender información a liderazgos de cráteles de la droga a cambio de sobornos, según testimonios en su contra.
Aunque la acusación contra el ex secretario de Seguridad Pública se finca en los supuestos sobornos recibidos por los hermanos Jesús e Ismael Zambada García, durante el juicio contra El Chapo, jesús El Rey Zambada recordó cómo otros capos sinaloenses reunieron 50 millones de dólares para entregarlos a García Luna para también comprometerlo a brindar protección e impunidad.
Por lo tanto, la fiscalía busca que Reyes Arzate confirme esos datos para reforzar las acusaciones y destrabar el proceso en contra de García Luna.