La subsecretaria de Desarrollo Social y Humano de la Secretaría del Bienestar, Ariadna Montiel, afirmó que hasta 100 mil de las 310 mil madres beneficiarias de las estancias infantiles están afiliadas al IMSS o al ISSSTE, aun cuando el programa está dirigido a la población sin seguridad social.
Al comparecer ante los legisladores de seis comisiones en la Cámara de Diputados para explicar la suspensión del presupuesto para las más de 9 mil 500 estancias infantiles subsidiadas por el gobierno federal, la funcionaria sostuvo que la nueva administración encontró “deficiencias administrativas” en la entrega de los recursos del programa a través de las delegaciones de la anteriormente llamada Secretaría de Desarrollo Social.
“En nuestra opinión, es ahí donde tuvimos el mayor problema de corrupción, en funcionarios de Desarrollo Social”, dijo.
Reafirmó que las supervisiones del DIF evidenciaron la existencia de 80 mil niños fantasma en las estancias infantiles, pues solo pudo localizar en las guarderías a 245 mil de los 325 mil menores registrados.
Con base en los informes del organismo, agregó Montiel, solo 30 por ciento de las estancias cumplía los requisitos de seguridad para operar y 4 por ciento estaba cerrado al momento de la inspección, mientras que el resto presentaba riesgos para la integridad de las niñas y los niños.
Detalló asimismo que las estancias infantiles llegaban a cobrar hasta 3 mil 550 pesos adicionales al subsidio de 950 pesos por menor, aunque el monto promedio que costeaban los padres de familia era de 800 pesos.
La subsecretaria defendió así la suspensión de los subsidios a las estancias infantiles y, al exponer los detalles del nuevo esquema, confirmó que el gobierno federal hará entrega directa de los apoyos a las madres de familia mediante depósitos en tarjetas bancarias.
SUSPENDE COMPARECENCIA
Por motivos de salud, la subsecretaria Montiel suspendió su comparecencia para ser trasladada al hospital Issste Zaragoza, donde más tarde fue declarada estable y fuera de peligro.
Después de su intervención inicial ante los diputados y al sentir un malestar físico, la funcionaria solicitó al presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Mario Delgado, suspender y reprogramar la comparecencia.