Con pendientes en materia de migración, seguridad y controversias económicas, se llevará a cabo la X edición de la Cumbre de Líderes de América del Norte con al menos siete objetivos cumplidos o con avances, según el balance hecho por los tres países en el último año.
De acuerdo a una ficha informativa de la Secretaría de Relaciones Exteriores a la que MILENIO tuvo acceso, los temas en donde se han logrado avances son: preparación ante amenazas a la salud pública, competitividad regional, aumento en ambiciones climáticas, compromiso para un crecimiento inclusivo, respuestas regionales a la migración, fortalecimiento de la seguridad e impulso de gobiernos receptivos.
En materia de migración, independiente a la crisis que sigue afectando a la región, los líderes han "priorizado" una migración humana, segura y regular con diferentes proyectos como la implementación de la Declaración de los Ángeles. También se ampliaron significativamente las vías de movilidad laboral para las personas de Centroamérica y se reforzó la protección de trabajadores, garantías éticas de contratación y creación de alternativas prácticas a la migración irregular.
"Nos comprometimos a anunciar programas y financiación adicionales para crear puestos de trabajo en América Latina y el Caribe. Anunciamos nuevos programas y compromisos de financiamiento para reforzar las oportunidades laborales en los países de origen como alternativas viables a la migración irregular", señala la ficha.
En cuanto a la seguridad, se está enfrentando la "epidemia" de sobredosis de drogas con un consenso en enfrentar la cadena de suministro ilícito de drogas sintéticas y sus precursores químicos y quericos relacionados, abordar el tráfico de drogas por múltiples modos de transporte, así como contrarrestar los métodos y actividades de financiamiento relaciones con drogas ilícitas.
Y aunque la economía tiene pendientes importantes como los desacuerdos del T-Mec, así como el uso de maíz transgénico en México, se registraron avances en el fortalecimiento de las cadenas de suministro de América del Norte mediante la trabajos orientados a la creación de un mecanismo de coordinación trilateral en el marco del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) que busca garantizar la continuidad de la cadena de suministro, definir las industrias esenciales de la región y minimizar futuras interrupciones.
Además, se fortalecieron los vínculos de las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), conectando los centros de las PYMEs de toda América del Norte para intercambiar las mejores prácticas para su desarrollo.
Finalmente, sobre el clima se reconoció que México, Estados Unidos y Canadá desarrollaron una agenda de acción para abordar cuatro pilares: Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), Reducción de emisiones de gas Metano, Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) y Despliegue de Vehículos de Cero Emisiones (ZEVs).
También promovieron mejoras a la contribuciones de cada país, lo que incluye un aumento en la meta de reducción no condicionada de gases de efecto invernadero de 22 % a 35 % con respecto a su línea base, con recursos nacionales que aportarán al menos un 30 %, y un 5 % será gracias a la cooperación y financiamiento internacional previstos para energías limpias.
"Reconocieron la importancia de desarrollar estrategias y planes de acción nacionales para reducir de manera acelerada las emisiones de metano y carbono negro en los sectores de petróleo y gas. Asimismo, se planteó la posibilidad de sumar los sectores agrícola y de residuos en futuras conversaciones".
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