A eso de la 1 de la tarde, un grupo de mariachis que trabaja en Garibaldi se paró en el camellón frente al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), sobre calzada de Tlalpan, al sur de la Ciudad de México.
En esta ocasión, los trajes tradicionales incluyeron cubrebocas y guantes de plástico que, dependiendo el integrante, tuvieron que retirarse mientras duró la serenata: unos para interpretar las canciones, otros para tocar su guitarra o violín.
“Venimos en apoyo a todas las personas convalencientes para mandarles un mensaje de pronta recuperación”, explicó Gabriel Alonso Pérez Ventura, uno de los músicos.
El repertorio incluyó “Cielito lindo”, “El mariachi loco”, “El Huapango” de Moncayo, “El son de la negra” y “Guadalajara”, entre otras canciones.
La serenata por la salud, como la denominaron los organizadores del Museo del Tequila y Mezcal, además de buscar dar ánimos a personas contagiadas de coronavirus y agradecer a médicos, enfermeros y demás personal, coincidió con el Día Mundial de la Salud que se conmemoró este martes.
Aunque la convocatoria especificó que no se trataba de un evento para el público en general, pues no se quería romper las medidas preventivas de Susana distancia y quédate en casa, por momentos se cerró parcialmente la vialidad por la aglomeración de personas que quisieron ser parte de la serenata, así como para acompañar y aplaudir a la media centena de músicos.
“Queríamos alegrar los corazones de los mexicanos que están pasando por un mal momento”, enfatizó Julia Rodas, gerente de AIB del Museo del Tequila y Mezcal.
Tras la música, los mariachis también desearon que esta pandemia de covid-19 pase pronto. “Nos ha afectado a todos”, exclamó Pérez Ventura, quien desde hace un par de semana se quedó sin trabajo en la plaza de Garibaldi, primero ante la falta de clientes y después por las medidas que tomó el gobierno de la Ciudad de México para evitar la propagación del virus.
“Han bajado los ingresos hasta en 95 por ciento, esperemos que se termine lo más pronto esta situación”, subrayó César Coronado, quien lleva a cuestas más de 50 años de ser mariachi.
Rodas aclaró que esta serenata también buscó visibilizar la situación económica en que se encuentra el gremio.
“No solo se trata de los enfermos, sino de todas las personas que salen adelante día a día y sin su empleo no tienen qué ofrecer a sus familias.
“Buscamos recaudar fondos para el museo y para el mariachi haciendo serenatas virtuales, rifas y algunas dinámicas por internet, ya que no podemos tener contacto físico. La idea es que ellos tengan trabajo, ya que son los más afectados junto con sus familias”, abundó.
Ya sea para animar, agradecer o visibilizar la crisis económica que ha dejado el coronavirus, pero en México se lleva serenata, porque sin música la vida sería un error... y seguro más en estos tiempos aciagos.
ledz