Desde hace cuatro meses, Cecilia Camacho y su esposo decidieron separarse. Su trámite de divorcio inició hace dos meses y aunque ellos no desean ya permanecer unidos, un elemento ajeno los mantiene: la emergencia sanitaria del covid-19.
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Y es que tendrán que esperar a que los juzgados regresen a sus labores, porque se está dando prioridad solo a la pensión alimenticia y violencia familiar. La disolución matrimonial no es prioridad hoy.
De acuerdo con la Guía por Afectaciones Derivadas del Covid-19 de la UNAM, en este periodo no se podrán tramitar divorcios “porque los juzgados (administrativo o judicial) están cerrados durante el tiempo que dure la contingencia sanitaria y se administrarán las solicitudes de divorcio en cuanto vuelvan a trabajar los juzgados”.
Cecilia, quien litiga por su cuenta, dice que se ve afectada porque aún no se ha decretado ni ejecutado la pensión acordada con su pareja, y en este momento tiene gastos que superan los 3 mil pesos.
Además, expertos en la materia aseguran que la convivencia permanente forzada por el confinamiento seguramente aumentará el número de divorcios que serán solicitados al terminar la pandemia.
En entrevista con MILENIO, Fernando Orozco Sierra, abogado familiar desde hace más de 20 años, precisa que la disolución del vínculo matrimonial tiene que resolver tres cuestiones: los alimentos, la guardia y custodia de los hijos y el reparto de los bienes.
“¿Ha crecido el número de divorcios? No, no ha aumentando, pero sí los conflictos… seguramente después de esto van a crecer. En este momento no podemos decir que hay más solicitudes, porque cuando hay hijos, en 95 por ciento de los casos se requiere la intervención de un órgano jurisdiccional”, señaló.
Añadió que “se está haciendo un esfuerzo para abrir tribunales electrónicos; en el Estado de México, para poder solventar algunos procedimientos a distancia a través de un juzgado civil. Existe un antecedente de juzgados en línea, pero para divorcios no”.
Afirmó que el servicio público de impartición de justicia está frente a una crisis, “porque está limitada la condición presencial para un divorcio”.
En tanto, el abogado Benjamín Villasana afirmó que se está presentando un “efecto dominó” a escala mundial, porque en países como China ya se espera un incremento en los divorcios, derivado del confinamiento.
“Ahorita están trabajando parcialmente los juzgados familiares, porque hay situaciones que no pueden tener paros. Entonces, están dando atención a las personas que dependen de la pensión alimenticia y se atienden los casos de violencia intrafamiliar muy urgentes, pero los aspectos cotidianos de divorcios no los están atendiendo, tengo entendido”, explicó.
Al no poder presentar una solicitud de divorcio en este momento, el litigante recomendó a las parejas hacer más ligera la espera y se busquen actividades como ver películas, leer, y distraerse con juegos de mesa, “para que no se den situaciones ríspidas y de pelea”.
CONVENIO, LA OPCIÓN
De acuerdo con la Guía por Afectaciones Derivadas del Covid-19 de la UNAM, si el divorcio es de común acuerdo se puede trabajar en un convenio y puede estar firmado y certificado por un mediador. Y cuando regresen a trabajar los tribunales se puede tramitar la separación con este trato para que se decrete el trámite.
Si no hay acuerdo, se pueden reunir los documentos para justificar el convenio de divorcio como el acta de matrimonio, actas de nacimiento de los hijos, todos los comprobantes de gastos (pensión alimenticia), documentos para justificar la custodia y los derechos de visita. Además de documentos relacionados con bienes, ya sea que el matrimonio se haya celebrado por sociedad conyugal o separación de bienes.