El inicio de clases puede ser estresante y complicado, pero tal vez un sector con mayores problemas es aquél en donde el alumno tiene carencias económicas y dificultades físicas.
Es el caso de Kevin Javier Castro, de 14 años, y quien cursa el cuarto año de primaria. Según su madre, Kevin fue diagnosticado con discapacidad intelectual y afectación en la tiroides, lo que dificulta su aprendizaje y el habla.
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Kevin cursa en una escuela especial en Pueblo Nuevo, en Apodaca, pero desde el inicio de la pandemia, su hogar se convirtió en su salón de clases.
A pesar de las dificultades económicas y físicas, tanto Kevin como Rosa Magaly, tratan de dar lo mejor de sí. Practican matemáticas y lenguaje, aunque por más esfuerzo, difícilmente podrán sustituir en el hogar las clases presenciales.
La familia Trejo ha sorteado una complicada labor, pero el ánimo de Kevin para la escuela, su constante alegría y sus ganas de superarse, son lo que provoca que el ímpetu se recobre, y al igual que el anhelo porque la pandemia termine de una vez por todas.