La “amiga” Sheinbaum

Reportaje | Jefa de Gobierno

Ceuísta, zapatista, cardenista y lopezobradorista sin cortapisas, la máxima autoridad en CdMx ha desarrollado un estilo de gobernar que en ocasiones no empata con los deseos del Presidente, aunque sin entrar en conflicto con él.

Entre sus aciertos destacan medidas como la extensión del Metrobús y la reactivación de los trolebuses. (Javier Ríos)
Ciudad de México /

El día del atentado contra el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, apareció Claudia Sheinbaum en la televisión para dar una conferencia de prensa. Nunca un grupo criminal había atacado de esa forma un funcionario en el corazón de la capital. Sheinbaum, cabello recogido, camisa y aretes blancos, pantalones azules y zapatos de tacón medio, entró al salón con un tapabocas que se quitó para leer un comunicado. 

Envió un pésame a las familias de los policías fallecidos en el ataque y dijo que había estado en contacto con la familia de la mujer que transitaba por allí y había perdido la vida. Reconoció a los elementos de la policía de Ciudad de México, dijo que había 12 personas detenidas y que la investigación seguía en curso. Señaló que no había marcha atrás y que teníamos un gran secretario de Seguridad.

Ante la gravedad del momento, no dejaba de sorprender el control de la Jefa de Gobierno. Austera, tranquila, no se salió de su guión cuando los periodistas comenzaron a preguntar: lo que no quiso contestar no lo contestó. Se terminó la conferencia y quedó en el salón una sensación de calma a pesar de la magnitud del evento.

Su aplomo en esta y sus apariciones diarias contrastan con el espectáculo de las conferencias mañaneras de Andrés Manuel López Obrador. Ese es un tribunal diario contra los fifís, la prensa vendida, la prensa internacional, los políticos neoliberales y los corruptos, entre otros enemigos de la transformación del país. También es un circo de contradicciones. El Presidente desdice a los secretarios o hace lo contrario a lo que recomiendan las autoridades para evitar el contagio por covid-19.

Parecería incluso que son dos políticos de partidos distintos. Sin embargo, su relación es espléndida. Justo dos días antes del atentado contra García Harfuch, el Presidente dijo en la conferencia de la mañana que estaba muy satisfecho con el trabajo de la Jefa de Gobierno. “Una mujer con ideales, principios, honesta, trabajadora, es un ejemplo de servidora pública, además es nuestra amiga entrañable y hoy, de casualidad, está cumpliendo años de modo que la felicitamos”.

¿Cómo se explica este enigma? “Ella lo conoce tan bien que lo sabe manejar”, dice el politólogo Jorge Javier Romero. “Tiene un manejo más técnico del gobierno sin romper discursivamente con él”.

Claudia Sheinbaum se crió en una familia muy politizada. Su madre, por ejemplo, que también era académica, participó en el movimiento del 68. Sus padres la llevaban a las manifestaciones contra la guerra de Vietnam, y mientras ella estaba en el CCH Sur comenzó a involucrarse en el movimiento estudiantil.

Pero la experiencia transformadora fue su paso por el Consejo Estudiantil Universitario (CEU) que organizó las protestas contra las reformas a la Universidad propuestas por el rector Jorge Carpizo. Aquel fue el semillero de jóvenes políticos que apoyaron a Cuauhtémoc Cárdenas en la elección de 1988 y luego se incorporaron al gobierno de Ciudad de México en 1997.  

Después de la elección de 1988, Sheinbaum se fue a Berkeley a estudiar su doctorado y saltó a la política en 2000, cuando un académico amigo de López Obrador, José Barberán, los presentó, pues el recién electo jefe de Gobierno necesitaba una persona encargada de la cartera de medio ambiente. Sheinbaum había participado en un grupo sobre el tema coordinado por el premio Nobel Mario Molina. De manera paradójica, la gestión de Sheinbaum es recordada por su papel al frente del fideicomiso que hizo los segundos pisos, que privilegiaban el auto y, por tanto, los gases contaminantes. Cuando se le ha preguntado al respecto, responde que al mismo tiempo se hicieron las obras del Metrobús y se reforzó la inversión en el Metro.

Para la elección de 2006 se integró a la campaña de López Obrador y fue su vocera. Luego de que el tabasqueño perdiera por un margen muy pequeño y montara una protesta, Sheinbaum se integró al gobierno legítimo como responsable del patrimonio nacional; entre sus funciones estaba encontrar argumentos y rebatir la reforma energética. También se reintegró a la vida académica, pero siguió cerca del actual Presidente, ayudándolo a crear a Morena en Ciudad de México.

Fue delegada de Tlalpan y desde allí saltó a la candidatura como jefa de Gobierno de Ciudad de México, donde arrasó en los resultados. El día de su toma de posesión en el Hotel Marriot de la calle de Reforma hizo una exposición de más de 40 minutos sobre su plan de gobierno. Y a la luz de lo que ha sucedido en estos dos años, muchos analistas piensan que si bien hay claroscuros, en general la gestión ha sido buena.

Movilidad. De acuerdo con Bernardo Baranda, director para América Latina del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, “ha habido aciertos y fallos” en este tema. En los aciertos se encuentran medidas como la extensión del Metrobús, la reactivación de los trolebuses y los bicicestacionamientos en los nodos de transporte. Pero Baranda critica la construcción del segundo piso que pasa por los humedales de Xochimilco, así como las llamadas fotocívicas, sanciones que se pagan por medio de educación vial y trabajo comunitario, que no han funcionado.

Seguridad. Lisa Sánchez, directora general de México Unido contra la Delincuencia, piensa que esta administración ha tenido algunos cambios positivos, principalmente porque ya no niega, como la anterior, la existencia de un problema de seguridad. Además, la información sobre delitos que da la Agencia Digital de Innovación Pública (uno de los proyectos estrella de esta administración) es de mucha utilidad para los analistas. Se sigue invirtiendo en las policías y se ha puesto el foco en las investigaciones de los delitos de alto impacto. Sin embargo, Sánchez piensa que le hace falta a la ciudad una atención a la victimización de los más vulnerables, además de que Sheinbaum no responde bien ante la protesta.

Perspectiva de género. Wendy Figueroa, de la Red Nacional de Refugios, que se encarga de atender a las mujeres víctimas de la violencia es muy crítica con esta gestión. “Deberían de poner la misma atención a la protección a la vida de las mujeres que ponen a la protección de los monumentos”, dijo en relación a la respuesta en la ciudad a las protestas por violencia de género. Figueroa tiene evidencia de que se ha visto una ola creciente de violencia contra las mujeres en la ciudad, sobre todo a propósito del confinamiento, que las instituciones no atienden.

Covid. De acuerdo con Xavier Tello, médico cirujano y analista en políticas de salud,el manejo del covid-19 en Ciudad de México tiene dos etapas. La primera, cuando Sheinbaum seguía las directrices del gobierno federal, y la segunda, cuando vio la necesidad de hacer algo distinto. “Sheinbaum entendió que Ciudad de México iba a ser la más golpeada, no solo por el número de habitantes, sino por la cantidad de gente que viaja a la capital”. Según Tello, ni López-Gatell, ni el secretario de Salud, ni el Presidente, sino el Consejo General de Salubridad por mandato constitucional, es el que debería de estar manejando las políticas sobre la pandemia, pero ha sido el Presidente quien en última instancia ha tomado las decisiones.

Para Tello, la segunda etapa de Sheinbaum es mejor. El gobierno local comenzó a hacer pruebas, también ha hecho intervenciones puntuales, como en la Central de Abasto, y otras colonias con mayor incidencia. Además, manda una señal distinta que la jefa de Gobierno aparezca junto al Presidente con la mascarilla puesta o se la quite antes de dar las conferencias.

Sin embargo, Tello considera que a la ciudad le faltan recursos para hacer un trabajo más efectivo. “Ojalá hubiera reaccionado desde el principio”, dijo, “y la ciudad se hubiera convertido en lo que es Nueva York para las políticas de covid en Estados Unidos, un ejemplo.”

Bien mirada, Claudia Sheinbaum es la persona pública más exitosa de una generación de izquierda que se formó en el CEU, el zapatismo, el cardenismo y con López Obrador. A diferencia de otros compañeros, no se enredó en las políticas del PRD y ha sabido combinar una vida académica con su actividad pública.

Personas cercanas a la jefa de Gobierno dicen que es contundente y que tiene bien asentadas sus prioridades. Ha sabido lidiar con el Presidente e incluso hacer lo contrario a lo que predica, sin entrar en conflicto.

Durante la campaña que la llevó a la Jefatura de Gobierno sus allegados pensaban que le faltaba una narrativa (que le sobraba al candidato de Morena a la Presidencia de la República) pero su paso por Ciudad de México ha enseñado que tal vez la historia que tiene que contar es su pasión por la eficiencia.


  • Guillermo Osorno
  • Guillermo Osorno es escritor y periodista. Es autor del libro Tengo que morir todas las noches. Hoy conduce el programa Por si las moscas que se transmite en Canal 22.

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