No necesito ser gay para defender la causa: Jorge Triana Tena

Entrevista | Lado B

El diputado panista, que acude cada año a la marcha del orgullo LGBT+, tiene dos tatuajes que significan “libertad”; aficionado de los Vaqueros y Pumas, a veces se queda en casa y no hace nada.

“Además de la política, otra de mis pasiones es el rock”. (Especial)
Ciudad de México /

Jorge Triana Tena (Ciudad de México, 1979) es diputado local del PAN y al parecer el único panista que cada año asiste a la marcha del orgullo gay, pues afirma que no es necesario ser la causa para defender la causa. Desde niño supo que quería estudiar derecho, aunque en algún punto de su vida tuvo dudas.

Es un apasionado del futbol americano y comenzó a practicarlo desde pequeño; ahora es gran seguidor de los Vaqueros de Dallas.

Dice ser fiel creyente de la libertad y pese a pertenecer a un partido “cuadrado”, considera que todas las personas tienen derecho de hacer lo que quieran con su vida, siempre y cuando no afecten a los demás.

¿Cuál es el mejor recuerdo de tu infancia?

Uno de mis cumpleaños, yo tenía muchas ganas de tener un balón de futbol americano y vi que mis papás llegaron justamente con el que quería y me quede pasmado cuando lo vi, cumplí como seis años.

¿Cuál fue tu primer trabajo?

Remunerado fue cuando atendía una heladería de Holanda, tenía como 14 años, y mi primer trabajo profesional fue a los 19 o 20 años, como pasante en un despacho de abogados.

¿Cuál es el mejor recuerdo de tu vida universitaria? Seguramente hay bastantes buenos.

Hay más malos que buenos (risas); el mejor recuerdo que tengo fue cuando pude pasar economía 2; la pasé en la segunda oportunidad, era mi obsesión, pero lo logré y me libré de esa materia toda mi vida. Tomaba la materia con los que estudiaban economía, yo era el único que iba en derecho y fue un martirio.

¿Si no hubieras estudiado derecho qué otra carrera hubieras elegido?

Economía (risas), incluso dudé; quería estudiar derecho desde que iba en quinto de primaria y nunca dudé en toda mi vida hasta que elegí área en la preparatoria; entonces entré en duda y opté por el área uno, por si acaso me arrepentía, y no me arrepentí, me quedé en derecho, pero también hubiera elegido economía.

¿Tu más grande pasión?

Además de la política, creo que la música, en especial el rock. Aunque solo me gusta ir a conciertos y escucharla porque no toco ni el timbre.

¿Qué haces en un día libre?

Eso es inexistente (ríe). Generalmente si tengo un sábado libre lo empleo para ir al cine, me encanta, soy cinéfilo; veo todo tipo de películas y las analizo. Voy mucho a la Cineteca. También difícilmente me pierdo un concierto al que quiero ir o me gusta mucho ir al estadio de futbol a ver los partidos; le voy a los Pumas. Los domingos también puede que haga alguna de esas cosas o me quedo en mi casa sin hacer nada.

¿Cowboys o Steelers y por qué?

Vaqueros toda la vida, yo soy aficionadísimo de los Vaqueros; jugué futbol americano 10 años y el primer equipo en el que estuve se llamaba Vaqueritos y tenía el mismo logo que los Vaqueros de Dallas, se me quedó la afición y hasta la fecha no me pierdo un solo partido.

¿Qué opinas de los Patriotas?

Pues no sé como le hacen para ganar siempre. Todo mundo o los aman o los odian, creo que ya se convirtieron en el América del futbol americano.

¿A favor o contra los tatuajes?

A favor, tengo dos tatuajes.

¿Qué significan?

Los dos significan “libertad”. Es muy interesante la historia del tatuaje grande que me hice: resulta que la primera palabra que se conoce en la historia del mundo que tiene como significado libertad es esta “Ama-gi”, es un símbolo sumerio. Los sumerios son una civilización bíblica, lo que tengo es un glifo que se encontró tallado en piedra; era un pueblo oprimido, les cobraban demasiados impuestos, los tenían esclavizados y pues se revelaron y se levantaron y este era su símbolo.

¿Qué opinas de las personas que discriminan a quienes tienen tatuajes?

Es una estupidez porque tener tatuajes o no tenerlos no marca tu capacidad como persona, ni tu valor, ni tampoco tus conocimientos. Creo que cada quien tiene derecho de hacer lo que se le pegue la gana, siempre y cuando no afecte a otra persona; si yo tengo un tatuaje no afecta a nadie, y si a alguien no le gusta pues que no lo vea y punto.

¿Te consideras romántico?

Lamentablemente no (risas), yo creo que sí lo soy, pero me cuesta mucho trabajo abrirme y abrir mis sentimientos.

Si pudieras elegir cenar con alguna persona en el mundo, viva o muerta, ¿quién sería y por qué?

¡Uy, qué buena pregunta! Con Emma Watson, la actriz de Harry Potter, para empezar es mi amor platónico, es muy guapa, pero más allá de eso me gustaría hablar con ella porque tiene una historia muy interesante de lucha social, de rebeldía, de causas y además es muy sencilla, estudia la universidad como cualquiera, no se dedicó a la fama ni vive en Beverly Hills en una casa enorme.

¿Qué está leyendo?

Las mieles del poder, de Alejandro Sánchez.

  • Arantza Colinas
  • Reportera

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