Ariadna Montiel (CdMx, 1975) es la subsecretaria de Bienestar del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Tiene a su cargo algunos de los principales programas sociales de la 4T, como Pensión para Adultos Mayores, las tandas del bienestar y el de estancias infantiles, que en fechas recientes ha causado polémica.
Originaria de Ciudad de México, aunque con raíces en el Valle del Mezquital, en Hidalgo, y en la huasteca veracruzana, la funcionaria asegura que toda su vida ha hecho política.
Participó en el movimiento estudiantil de la UNAM de 1999, lo cual considera un “quiebre” en su vida, pues antes de eso se recuerda tímida y “hasta insegura”.
Hoy lo suyo es bailar salsa, porque dice que es una buena forma de relacionarse, aunque ya tampoco tenga tiempo para hacerlo por su cargo y porque se dedica a su hija Sofía, de 6 años.
Ex perredista, ex diputada local y federal, cuenta que sus padres, ambos maestros normalistas, tuvieron mucho que ver en que sea servidora pública. Tenían una concepción crítica del mundo, explica, y por esa misma ideología, Montiel recuerda que no tuvo televisión hasta los 16 años, por lo que desde niña buscó otras actividades para ocupar el tiempo; la lectura fue una de ellas. Hoy presume que López Obrador es su autor favorito.
¿Por qué el Presidente es tu escritor favorito?
Es un gran historiador, además sus libros, en parte, siempre fueron de denuncia, como el Fobaproa, el relato mismo del propio movimiento, el análisis histórico de la coyuntura política que hemos vivido en distintos momentos, entonces te podría decir que sí, mi mejor autor es el Presidente. La lectura es para construirte.
¿Cuál es tu libro favorito?
Desde niña, El principito. Fue el primer libro que me regaló mi papá. También ahora ya trato de ser más ligera en mis lecturas. De niña ejercitaba la lectura con los Diálogos, de Platón. Yo aprendí a leer a los cinco años, porque no teníamos televisión...
¿Por qué no tenías televisión?
No tuve hasta los 16 años, para mi papá era algo prohibido, él no quería que viéramos televisión, nunca le gustó. Entonces eso me hizo leer y pensar, hasta fantasiosamente si se quiere. Ya cuando crecí, iba a la casa de una amiga para ver la tele, pero mi niñez fue así.
¿A qué se dedicaban tu papás?
Ambos estudiaron en normales rurales, vienen de la etapa cardenista. Mi papá fue maestro casi 50 años y siempre tuvimos una concepción crítica del mundo.
¿Eso influyó para que te dedicaras a la política?
Sí, aunque solo yo en mi familia me he dedicado a la política. Empecé a participar desde muy joven; pasé de la adolescencia a la política y no he hecho otra cosa en mi vida que la política. Toda mi vida la he dedicado al movimiento.
¿Cuál es tu primer recuerdo político?
Mi primera marcha. Fue por el 1 de mayo de mis profesores de la secundaria, era el tiempo en el que se estaba constituyendo el Frente Democrático. Es mi primer recuerdo consciente.
¿Cuál es tu experiencia más importante en la política?
El movimiento estudiantil. Uno de los recuerdos más importantes es el 20 de abril de 1999 cuando tomamos la universidad; éramos miles de jóvenes y comencé a hacer cosas que sola jamás hubiera hecho, antes de eso era muy tímida y hasta insegura. Ese fue un punto transformador en mi vida, un quiebre: aprendí a debatir, a analizar y era un espacio muy sano, pese a las diferencias políticas, pero muy genuino y honesto, nadie luchaba por dinero ni por otro interés que no fuera la educación gratuita.
¿Después militaste en el PRD?
Creo que ese tiempo fui activista social más que militante, participamos en el PRD porque era el espacio de la izquierda. Después me fui adentrando a la vida más institucional. Mi experiencia más constructiva fue cuando fui directora del RTP en la ciudad y me encargué del tema del transporte, que es muy grande y complejo.
¿Qué haces en tu tiempo libre?
Desde el año pasado no tengo tiempo libre. Dos días después de la elección, el licenciado (AMLO) nos citó a un grupo para empezar a procesar el trabajo de la transición y ese día dijo que quienes tenían planeadas vacaciones, pues no habría. Entonces, he hecho y haré toda mi vida lo que él me instruya.
Cuando tenías tiempo, ¿qué te gustaba hacer?
Todo mi tiempo es para mi hija, Sofía, llevarla al parque. Cuando puedo voy al cine a las últimas funciones, para relajarme. También me gusta bailar, es lo mío. Algún tiempo de mi vida hice danza y cuando entré al gobierno con Marcelo (Ebrard) lo dejé, pero lo disfruté mucho, porque creo que bailar es una forma importante de relacionarse; la salsa es la que me gusta más y bailo mucho con mi hija.