Este gobierno no ha detenido a capos del crimen organizado porque “ya no hay guerra”, afirmó ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador al insistir que seguirá enfocado en atender las causas de la violencia, pues aseguró que esta estrategia sin “operativos espectaculares” ya está dando resultados.
Durante su conferencia matutina, y luego de que se informó que los bloqueos y la violencia del pasado martes en Villagrán, Guanajuato, estuvieron a cargo del cártel Santa Rosa de Lima, se le preguntó al Presidente cuántos líderes de organizaciones del crimen organizado han sido detenidos como parte del plan nacional contra el robo de combustible y en general para conseguir la paz, a lo que el Presidente de la República respondió que la estrategia del gobierno federal ya cambió.
“No se ha detenido a capos porque esa no es nuestra función principal. La función principal del gobierno es garantizar la seguridad pública, ya no es la estrategia de los operativos para detener a capos.
“Lo que me importa es bajar el número de homicidios, de robos, que no haya secuestros. ¡Eso es lo fundamental!, no lo espectacular, porque se perdió mucho tiempo en eso y no se resolvió nada”, recalcó AMLO.
Al preguntarle si se acabó la guerra contra el narcotráfico, respondió: “Sí, ya no hay guerra, oficialmente ya no hay guerra. Nosotros queremos la paz y vamos a conseguirla”.
El jefe del Ejecutivo abundó en que la indicación que tienen todas las áreas del gobierno involucradas en la lucha contra la inseguridad y la violencia es atender los delitos que más afectan a los ciudadanos, más que la pelea entre las bandas del crimen organizado.
López Obrador destacó que en la reunión de seguridad de ayer por la mañana le informaron que el pasado martes lograron la más significativa disminución en los homicidios diarios en el país: “Según nuestros registros, solo 54, cuando traíamos un promedio de 80”.
Por lo que recalcó que “¡eso es lo que nos importa!”, e insistió en que detener a los grandes capos del narco no ha reflejado resultados en la tranquilidad de los mexicanos.
LOS QUE FALTAN POR CAER
Entre los 13 líderes y operadores del narcotráfico que le faltó detener al gobierno de Enrique Peña Nieto, quien se trazó como meta la captura de 122 objetivos prioritarios, destacan tres cuyas organizaciones cuentan con más presencia en diversos estados del país.
Se trata de los líderes de los cárteles de Jalisco Nueva Generación, de Sinaloa y de los hermanos Beltrán Leyva, grupos que encabezan Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho; Ismael El Mayo Zambada y Fausto Isidro Meza Flores, El Chapo Isidro, respectivamente.
Tanto Nemesio como El Mayo Zambada son considerados por autoridades federales como capos, es decir, los dirigentes más importantes del narco en México, mientras que El Chapo Isidro, quien pasó de operador a dirigente del cártel, es uno de los delincuentes más buscados.
Entre los objetivos que faltan por detener están nuevos líderes y operadores señalados por el gobierno de Estados Unidos.
Del cártel de Juárez, Carlos Arturo Quintana, El 80 (identificado por el gobierno federal como uno de los delincuentes más sanguinarios), y Julio César Olivas Torres, El Sexto.
Junto con Fausto Isidro Meza Flores, El Chapo Isidro, trabaja José Luis Ruelas-Torres.
Mientras que Juan Gerardo Treviño Chávez, El Huevo, líder del cártel del Noreste, hoy le disputa el control territorial a Los Zetas, organización de la que formó parte.
Mientras que José Antonio Romo López, Don Chucho, y José Alfredo Cárdenas Martínez, El Contador, sobrino del capo Osiel Cárdenas, están al frente del cártel del Golfo.
El sobrino de Osiel fue liberado el año pasado porque se evidenció que los elementos de la Secretaría de Marina que lo capturaron durante un operativo en Tamaulipas no llevaron a cabo la acción tal y como ellos afirmaron haberlo hecho.
DETENCIONES RELEVANTES
Entre las aprehensiones relevantes que se efectuaron el sexenio pasado sobresalen los líderes de Los Zetas: los hermanos Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño Morales, Z-40 y Z-42, respectivamente.
También Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa y quien se encuentra preso en Estados Unidos, y Gonzalo Inzunza Inzunza, El Macho Prieto, uno de los operadores más violentos del cártel de Sinaloa, que fue abatido el 18 de diciembre de 2013 en Puerto Peñasco, Sonora.
Igualmente fueron capturados los líderes de los cárteles de Juárez y de los hermanos Beltrán Leyva: Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, y Héctor Beltrán Leyva, El H, quien murió de un infarto antes de concluir la administración de Peña Nieto. Beltrán Leyva se encontraba recluido en el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México.
También fueron abatidos Antonio Eli Román Miranda, La Moña, de la célula criminal Los Rojos, y Cruz Alberto Zamudio de La Rosa, La Cucha, de Los Zetas.
De igual manera, Enrique Plancarte Solís, Kike Plancarte, de Los Caballeros Templarios. Gabino Salas Valenciano, El Ingeniero, del cártel de Sinaloa; Galdino Mellado Cruz, El Z10, de Los Zetas, y Nazario Moreno González, El Chayo, líder y fundador de La Familia Michoacana y de Los Caballeros Templarios, entre otros.
ANTECEDENTES
CON CALDERÓN COMENZÓ TODO
La guerra contra el narcotráfico comenzó el 11 de diciembre de 2006, cuando el entonces presidente Felipe Calderón anunció un operativo contra grupos criminales en Michoacán, donde durante ese año se contabilizaron cerca de 500 ejecuciones entre estos.
La acción trajo una violenta respuesta de los cárteles del narco y disputas sangrientas entre estos por el control de territorios y actividades ilícitas.
El año 2018 cerró, oficialmente, como el más violento del que haya registro en México, con un saldo final de 34 mil 202 personas asesinadas, entre víctimas de homicidios dolosos y feminicidios.
Ya no hay guerra: AMLO
Nueva estrategia. Antes que detener a los capos del crimen organizado, el enfoque ahora es atender las causas de la violencia, explica López Obrador; ‘El Mencho’ y ‘El Mayo’, en la lista de 13 que siguen libres.
Ciudad de México /
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