En el proceso de compra y distribución de los antirretrovirales todavía no se resuelven problemas de detección oportuna y estrategias para que las mujeres no abandonen la medicación.

En el cuidado a personas con el virus y el sida, el trabajo de las organizaciones ha sido importante pues llega a donde el Estado no lo hace, a zonas de difícil acceso; desde 2014 comenzó el apoyo a mujeres sin recursos.

Asegurar la participación de la sociedad civil en la reorganización del centro es primordial, así como el servicio a las mujeres que tienen VIH/sida. En 2017 representaban 21% de las 230 mil personas que viven con el virus en el país.

Reacomodos institucionales, recortes de recursos humanos y económicos, desdén al trabajo de OSC y falta de visión, las características del gobierno de la 4T, que ahora alcanza al tema del VIH/sida.

‘Huachicoleo’. Activistas aseguran que un ‘switcheo’ de fármacos solo se lleva a cabo cuando hay efectos adversos.

Hasta el año pasado, 65 por ciento de las personas que se estima viven con el virus conocía su estado serológico; los esfuerzos por detectarlo han permitido que el diagnóstico tardío disminuya a 36 por ciento en mujeres y en hombres.

Hacen lo que el gobierno no, llegan a donde él no para contribuir en la detección y prevención del VIH/sida, pero están a punto de desaparecer si se les niegan recursos; desde 2006, el subsidio de Censida era para compra de pruebas y condones.