En cuatro décadas, las obras de construcción del Metro han permitido recuperar cerca de 20 mil objetos que datan de la prehistoria al siglo XX.

La tumbas estaban a cuatro metros de profundidad y contenían "fardos funerarios múltiples", dijo el arqueólogo Julio Abanto.

Se han analizado 10 inhumaciones e identificado la presencia de 15 individuos, en su mayoría adultos medios y mayores que probablemente sucumbieron a brotes epidémicos en el siglo XIX.

Las momias se hallaron en el yacimiento de Oxirrinco, junto con cinco criptas bizantinas y dos tumbas de época saíta.

En agosto pasado, un predio aledaño a la Plaza Garibaldi, del Centro Histórico capitalino, comenzó a revelar su pasado más antiguo.

Los arqueólogos descubrieron un taller de vino de tamaño industrial, además de una docena de bajorrelieves monumentales que fueron construidos a petición de Sargón II.

Los estudios confirmaron la presencia humana y las huellas más antiguas se remontan 23 mil años al pasado.

De acuerdo con la información revelada por la Universidad de Oulu, el hallazgo se dio en una capilla que fue construida en 1785. En este lugar se llevaron a cabo varios entierros locales desde ese año hasta 1829.

Excavaciones arqueológicas cerca de la ciudad de Ramla, en el centro de Israel, a cargo de un equipo de la Universidad Hebrea de Jerusalén, descubrieron restos prehistóricos que no corresponden a ninguna especie conocida de Homo.

El hallazgo estrella ha sido un esqueleto parcial de lince ibérico de hace un millón de años, que esperan que sirva para aclarar la historia evolutiva de esta especie protegida.