Israel desplegó aviones hipersónicos sobre la capital de Líbano, un día después de la explosión de bípers y walkie talkies.

El 17 y 18 de septiembre, los aparatos de comunicación utilizados por la milicia Hezbolá explotaron a lo largo del Líbano, presuntamente por un sabotaje israelí.

Al menos 37 personas murieron y 3 mil 539 resultaron heridas cuando sus bípers y walkie talkies explotaron, por un ataque orquestado por Israel.

La sofisticada operación de Israel con explosivos en buscapersonas de Hezbolá dejó a Líbano en shock. Esta maniobra del Mossad amenaza con desatar un nuevo conflicto entre las fuerzas proiraníes e Israel en la región.

Al menos una persona murió el miércoles cuando detonaron radios portátiles utilizadas por Hezbolá.

El ataque atribuido a servicios de espionaje de Israel dejó en la víspera 12 muertos, incluidos dos niños.

En un tenso domingo, Hezbolá lanzó 320 cohetes y aviones teledirigidos contra Israel, provocando una respuesta aérea masiva. Las hostilidades, en su punto más álgido, amenazan con desencadenar un conflicto regional.

La tensión en la frontera entre Israel y Líbano se intensifica con el lanzamiento de 30 cohetes hacia los Altos del Golán. Israel responde con ataques aéreos, eliminando a un alto cargo de Hezbolá. Ambas partes continúan el intercambio de fuego.

El joven de 22 años fue identificado como Bassel Ebbadi, de origen libanés.

Una poderosa explosión sacudió hoy un edificio del movimiento chiita armado Hezbolá, ubicado en una aldea en los alrededores de Ain Qana, al sur de Líbano, según informaron fuentes oficiales, un hecho que nuevamente recuerda la catástrofe ocurrida el