A pesar de las interrupciones en Kazajstán y los retrasos en la producción de la OPEP+, las preocupaciones sobre la demanda global y una posible reanudación del suministro desde Kurdistán equilibran el mercado.

Mientras tanto, el mercado evalúa las sanciones y sigue atento a las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania.

Aunque se espera que el impacto sea temporal, las expectativas de un aumento en la oferta de la OPEP+ y la incertidumbre sobre la demanda global limitan el potencial de ganancias a largo plazo.

Mientras tanto, el aumento en plataformas petroleras en EU y el riesgo de una guerra comercial global también influyen en el mercado.

El alza se debe al aumento en la demanda de combustible y a la postergación de los aranceles recíprocos de Estados Unidos.

Además, el aumento mayor de lo esperado en los inventarios de crudo en Estados Unidos también presiona a la baja los precios.

Esto generó preocupaciones sobre la demanda, mientras el mercado espera datos oficiales de producción y consumo.

El alza de los precios se ve limitada por los nuevos aranceles de Donald Trump sobre el acero y el aluminio, que podrían afectar el crecimiento económico y la demanda de energía.

Además, los operadores evalúan el impacto de posibles aranceles a importaciones de petróleo desde Canadá, México y China, lo que ha generado incertidumbre en el mercado.

La acumulación de reservas en Estados Unidos también genera incertidumbre sobre la demanda global.