Esta tradición es una de las que más identifica a la región, una fiesta en la que celebran a algún santo o virgen, entregando asado rojo y siete sopas por los favores recibidos.

Alrededor de ocho altares en la plaza principal, danzan al ritmo del tambor y preparan alrededor de 200 kilos de asado, con sus tradicionales sopas.

El incendio no solamente generó preocupación por cómo afectó a la estructura, también porque habían numerosas obras y tesoros que son parte de la historia patrimonial.

La familia Cardoza Marrufo ha mantenido esta celebración, en la que participan hasta 60 intengrantes para preparar la comida.

Hasta el General Francisco Villa disfrutó de este manjar, que lo mismo se sirve en bodas, bautizos o quince años, así como en las conocidas reliquias.

Desde octubre, la lagunera María Patricia Piña comienza con los preparativos para el día de la Virgen de Guadalupe, por lo que un día antes toda la familia le ayuda a preparar los cientos de platillos que se servirán.

Su fe creció por el comisionado en las causas difíciles o desesperadas, gracias a que les ha ayudado a pasar tragos amargos como un secuestro o luchar contra el cáncer.

Alrededor de 2 mil 488 personas llegaron al Santuario para recibir el tradicional asado y sopas, en conmemoración de San Judas Tadeo.

La "deliciosa" tradición se realizará el 26 de octubre en el Cerro de las Noas. Para este año se espera contar con al menos mil 200 personas.

Será el viernes 26 de octubre y esperan la asistencia de mil personas que podrán subir por el Teleférico.