Científicas hablan sobre la importancia de luchar por un mundo equitativo

Xóchitl Cruz, niña científica que ganó el premio Mujer Científica por la UNAM y Julia Tagüeña Parga, doctora en Ciencias e investigadora, reiteraron la importancia de alentar a niñas y mujeres a involucrarse en la ciencia.

Xóchitl Cruz, reconocida en 2018 como una de las 100 mujeres más poderosas de México. (Especial)
Claudia Luévano y Sofía Gamón
Torreón, Coahuila /

En el marco del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, se reunió a dos grandes impulsoras de la ciencia para que, de manera virtual, hablaran acerca de su trayectoria, sus logros, consejos y la importancia de seguir luchando por un mundo equitativo.

El encuentro fue organizado por el área de Responsabilidad Social de la Universidad del Valle de México, en el cual se contó con la presencia de Xóchitl Cruz, niña científica de 12 años que ganó el premio Mujer Científica del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM y de la doctora en Ciencias, Julia Tagüeña Parga.

Sueña con ser una gran científica

El apoyo de sus papás es su mayor motivación, rendirse no es válido y los obstáculos se vencen, así es Xóchitl Guadalupe Cruz López, quien en 2018 fue reconocida como una de las 100 mujeres más poderosas de México por su aporte a la ciencia y tecnología. Compartió su experiencia en el Live de la Universidad del Valle de México, "Mujeres creando soluciones innovadoras".

Actualmente Xóchitl labora en el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM y fue entrevistada por Iberio Benitez Ruiz, de UVM Campus Tuxtla, en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, resaltando su trayectoria a su corta edad.

Xóchitl participó en concursos nacionales e internacionales, a los 8 años intentó la creación de un calentador solar con materiales reciclados para personas de escasos recursos. "Vivo en San Cristobal de las Casas Chiapas y curso el sexto grado", explica que sus logros los obtiene gracias a que se mantiene en calma y cuenta con el apoyo de su familia, "y algunas veces de mis mascotas".

A la pregunta de por qué los niños le temen a la palabra ciencia, responde que es porque piensan que es algo muy difícil y que no lo van a poder lograr, "pero es muy divertido y podemos hacer muchas cosas que pueden ayudar a nuestra comunidad, a México o a todo el mundo. También podemos aprender de personas maravillosas o ellas de nosotros y eso nos deja una experiencia inolvidable".

Para la pequeña, su inspiración es Marie Curie, quien trabajó con la radioactividad y recibió un premio Nobel, "es un ejemplo de que las mujeres podemos hacer cosas que hacen los hombres".

Resalta que uno de los principales obstáculos que se deben vencer para lograr la meta es evitar el qué dirán y qué pensarán los demás, "otra barrera es la que nos ponemos nosotras mismas, pero para eso está la familia, para que nos apoye y gracias a que cuento con ello, tengo ocurrencias loquísimas".

Actualmente Xóchitl trabaja con la implementación del calentador con ayuda de su papá y busca candidatos ya que por la pandemia se tuvo que suspender debido a que era riesgoso.

Finalmente responde ante ¿qué se siente ser considera extraordinaria? "es algo muy bonito porque me ha abierto puertas muy grandes y nunca me imaginé llegar hasta donde estoy y conocer personas talentosas y aprender de ellas". 

En un futuro Xóchitl espera estudiar la carrera de Medicina y "llegar a ser una gran científica para encontrar la cura de enfermedades".

Trabajar en conjunto por la equidad

La doctora Julia Tagueña, investigadora titular C del Instituto de Energías Renovables de la UNAM y nivel III del Sistema Nacional de Investigadores, habló sobre el motivo que llevó a las Naciones Unidas a conmemorar el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

“A veces podrían parecer que son innecesarios y que todos los días deberíamos de apoyar las causas nobles y justas, pero la realidad es que cumplen una función fantástica porque es un momento en que el mundo se pone de acuerdo para reflexionar sobre un tema”.

La doctora explicó que en 2015 las Naciones Unidas propusieron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, siendo el número 5 sobre igualdad de género. “Pronto todo el mundo se dio cuenta que los objetivos tienen que ver con dos aspectos fundamentales: igualdad de género y la ciencia”.

La meta es buscar equilibrios que todavía no existen, según UNESCO solamente el 30 de los investigadores son mujeres y obviamente la meta es llegar al 50% porque las mujeres somos el de la población y debe ser aprovechado el talento femenino a su máxima expresión”.

De igual manera, reiteró la importancia de realizar actividades que inviten a las mujeres a hablar sobre su experiencia, los beneficios de su carrera y, además, darle el micrófono a las niñas porque, en palabras de la doctora, en ocasiones la sociedad las limita al considerar que la ciencia no es para mujeres porque no podrán entenderla.

Para la ex-directora del Centro de Investigación en Energía de la UNAM, los ejemplos sirven para motivar a las niñas, niños y jóvenes porque son una manera de mostrarles que pueden lograr lo que se propongan; verse reflejados en la historia de alguien más y tomarlo como impulso.

Por último, alentó a los jóvenes a no desistir de su sueño de cambiar al mundo y hacer un lugar mejor para todos los que habitan en él, además de continuar en la lucha de la eliminación de la brecha de género.

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