Este año ha sido muy complicado en el mundo del emprendimiento. Cerrar 2020 puede generar sentimientos encontrados para quienes tenemos un negocio. Por un lado, es un auténtico logro haber llegado hasta la recta final y por el otro, no es tan fácil hacer a un lado los momentos difíciles que lo acompañaron.
Durante este ciclo que estamos finalizando, muchos negocios tuvieron que cerrar. Otros, perdieron ingresos y tuvieron que contraerse. Muchos más, han estado sobreviviendo al día, esperando mantenerse a flote. La mayoría de las metas que se definieron en enero no lograron cumplirse.
Mas allá de cualquier planeación, 2020 ha sido un año completamente atípico en términos económicos. Esta contracción del mercado nos llevó a muchas emprendedoras a salir de nuestra zona de confort. Buscamos otras formas, diferentes recursos e ideas nuevas para salir adelante. Por ahí hubo también muchas mujeres valientes que decidieron iniciar proyectos justo en medio de la pandemia y que, poco a poco, se han ido abriendo paso.
Enfrentar retos
En mi negocio, perdí clientes muy valiosos. Fueron empresas que no sobrevivieron a la pandemia, que tuvieron que cortar gastos o dejar de existir. También, tuve que desmantelar la oficina que teníamos. Con menos ingresos y una proyección a continuar en home office durante varios meses, tomé esa decisión. La empresa no creció como estaba proyectado, pero logró mantenerse a flote. El equipo de trabajo se más y aún en la distancia, se acercó de una forma diferente y solidaria.
En este tiempo, mi hijastra tuvo un problema de salud que nos hizo cambiar la dinámica familiar. Además, viví un embarazo de alto riesgo con múltiples complicaciones. Y aunque mi ginecóloga todas las consultas me pedía no estresarme, fue muy difícil hacerle caso ante un escenario de incertidumbre en mi empresa y en la economía en general. La presión de renovar contratos y de buscar otras formas de generar ingresos fue imposible de evitar.
Existen otras áreas de la vida que atender.
Conforme mi embarazo avanzó, fui involucrándome más con otras madres que tienen negocios y descubriendo que detrás de cada mamá emprendedora hay un esfuerzo tremendo que es fundamental reconocer. La realidad no se limita al emprendimiento.
Hay quienes además de hacerse cargo de una empresa, tuvieron que aprender a hacerlo con sus hijos en casa. Batallaron día a día con las clases en línea y el esfuerzo que eso les demandó. Tuvieron que modificar toda su rutina para poder pasar tiempo con unos niños encerrados y cansados del confinamiento. Vieron cómo hacerle y lo lograron.
Resolver problemas
Y eso es lo que hay detrás de una emprendedora. Una capacidad enorme de resolver problemas. No es casualidad que uno de los primeros pasos que se deben hacer al momento de querer arrancar un proyecto emprendedor sea encontrar áreas de oportunidad a mejorar. Quien tiene un negocio sabe perfectamente que la mayor parte de su actividad reside en ver cómo solucionar dificultades.
No importa cómo le haya ido a tu proyecto este año, lo que importa es que hiciste todo lo que pudiste con las herramientas a tu alcance para llegar hasta aquí. Tienes un corazón emprendedor que te va a mover a buscarle la salida y a encontrar cómo hacerlo mejor. Atravesaste todas las dificultades que esta pandemia trajo y diste lo mejor de ti para lograrlo.
Cerrando 2020
Deseo que cierres este 2020 pensando en todo lo que aprendiste, lo que enseñaste, lo que descubriste y lo que compartiste. Si eres mamá, tienes todo mi reconocimiento y admiración. Deseo que no olvides todo lo que hiciste en este rol para llegar hasta donde estás ahora y que recuerdes el ímpetu que hay en ti para seguirle.
2021 va a traer muchísimos retos, pero ahora eres más fuerte y sabia. No sueltes a tu red de apoyo, no olvides tu autocuidado y reconócete todas las cosas que este año lograste. ¡Eres una chingona!
Laura Ramírez Delgado
Laura es emprendedora en industrias creativas especializada en marketing digital, desde hace 12 años. Fundó Funkrea Comunicación Creativa. Desde hace más de una década es profesora universitaria. Da clases de Emprendimiento en el Tecnológico de Monterrey y de Comunicación Digital en la UNAM. Tiene un MBA por EGADE Business School y es licenciada en Ciencias de la Comunicación por el Tecnológico de Monterrey. También es madrastra y nueva mamá.
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