Investigadores de la BUAP analizan el uso de cannabinoides en la enfermedad de Parkinson

Los investigadores de la BUAP analizan el uso de sustancias que detengan la muerte neuronal para mejorar la calidad de vida para este sector de la población.

Investigadores de la BUAP | Melanie Torres
Jaime Zambrano
Puebla /

Investigadores del Laboratorio de Neurofarmacología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) trabajan en mecanismos de comportamiento y el uso de sustancias provenientes de la marihuana, conocidas como cannabinoides para atender el mal de Parkinson.

Daniel Limón Pérez de León, jefe del Laboratorio de Neurofarmacología de la Facultad Ciencias Químicas (FCQ) de la máxima casa de estudios del estado, destacó que, mediante la experimentación en animales se conocen los mecanismos puntuales para comprender las reacciones del uso de ciertas sustancias de origen cannabinoide en padecimientos neurodegenerativos.

La enfermedad de Parkinson se caracteriza por la pérdida de una sustancia llamada dopamina a nivel cerebral, lo que se traduce en una sintomatología que consiste en el temblor de las extremidades, rigidez muscular y facial, así como lentitud de movimiento.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, se estima una prevalencia de entre 40 a 50 casos nuevos por cada 100 mil habitantes al año. El padecimiento fue descrito por primera vez en 1817 y durante más de 150 años no existió una terapéutica apropiada para los pacientes con Parkinson, hasta que se descubrió que la dopamina es el neurotransmisor afectado en esta enfermedad.

Los investigadores de la BUAP encabezados por Limón Pérez de León analizan el uso de sustancias que detengan la muerte neuronal con el objetivo de buscar alternativas que mejoren la calidad de vida para este sector de la población, por lo que se realizan diferentes investigaciones en el laboratorio.

Como parte del proyecto, Inyección intrapalidal de Cannabodiol y sus efectos motores en un modelo animal de la Enfermedad de Parkinson, Limón Pérez de León y su equipo de investigadores detectaron resultados positivos en la atención del padecimiento.

El cannabidiol (CBD) es una sustancia química de la planta Cannabis sativa, también conocida como cannabis o cáñamo. Se tienen registros de más de 80 sustancias químicas, conocidas como cannabinoides. Entre las que se utilizan en los tratamientos se encuentra el Delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el CBD3.

El Laboratorio de Neurofarmacología es un espacio científico para estudiar las causas probables, el origen y coterapéuticas en el mal de Parkinson, patología que se estima padece más de medio millones de mexicanos, casi 9 por ciento mayores de 60 años.

En el Laboratorio de Neurofarmacología de la FCQ se trabaja en modelos animales con el objetivo de encontrar sustancias que ayuden a frenar el daño neuronal provocado por el mal de Parkinson, el cual se manifiesta cuando existe una pérdida de entre 80 y 90 por ciento de las neuronas dopaminérgicas.

“Se estudia rata porque tenemos muchas similitudes. Las ratas son tardías, es decir, nuestro desarrollo es posnatal, la de las ratas, también. La sinaptogénesis es posnatal, la de nosotros, también, y hay muchas similitudes orgánicas; además, es más económico y mucho más práctico que utilizar primates o humanos”, comentó.

Laboratorio de Neurofarmacología de la BUAP cuenta con el Laberinto Radial Automatizado, de ocho brazos de acrílico, único en su tipo en el país, que permite registrar el momento y las veces en que el modelo animal entra a determinado brazo para tomar alimento.

“Las investigaciones en este laberinto de ratas han sido de impacto a nivel de investigación ya que este es un modelo que la comunidad científica acepta. Por cierto, es el único modelo que existe es este”, destacó.


CHM

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