Este es el mensajero del cuerpo que frenó el avance del covid-19 y podría ayudar a combatir el cáncer

Los científicos Katalin Karikó y Drew Weissman fueron galardonados con el Nobel de medicina por sus estudios sobre el uso de esta molécula para enfrentar enfermedades

El ARN es un poco como el software biológico
Lizeth Hernández
Ciudad de México /

El ARNm es como Hermes, dios mensajero, guía de las almas y protector de viajeros. Y es que este tipo de molécula de ácido ribonucleico ayuda a llevar mensajes a las células velozmente, dándoles instrucciones sobre qué proteínas producir para que el cuerpo se mantenga funcionando de manera adecuada.

Esta fue una de las características que llamó la atención de los científicos Katalin Karikó y Drew Weissman, ganadores del Premio Nobel de Medicina de este 2023. Ambos centraron sus investigaciones partiendo de una idea: el ARNm podría ser la clave para el tratamiento de enfermedades, pues podría apoyar a la producción de proteínas que estimulan una respuesta inmunitaria.

Luego de años de investigación, diversos rechazos y hasta un despido, los experimentos en el laboratorio no sólo respaldaron la hipótesis, sino que además permitieron el desarrollo en tiempo récord de una de las vacunas más eficaces contra el covid-19, así como el inicio de diversas investigaciones para el tratamiento de otras enfermedades.

Actualmente Karikó, bioquímica de origen hungaroestaodunidense y vicepresidenta de BioNTech RNA Pharmaceuticals, asegura que las próximas investigaciones que se realicen podrían ayudar a alcanzar una medicina “más eficiente”.

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¿Cómo funciona?

Existen diferentes tipos de ARN, el mensajero se encarga de llevar información, en específico copias de instrucciones genéticas del ADN mismas que “transporta” fuera del núcleo hasta los ribosomas, los cuales se encargan de leer el mensaje y traducirlo formando proteínas.

Tomando en cuenta estas características, Kariko y su colaborador e inmunológo, Drew Weissman, se enfocaron en la interacción del sistema inmunológico con el ARNm. Con ello consiguieron una técnica para poder administrar esta molécula de manera sintética con información genética relacionada con una enfermedad.

Sin embargo, el camino para conseguir resultados se vio constantemente interrumpido por variables que en muchas ocasiones estuvieron fuera de su control ya que la idea fue rechazada en diversas revistas científicas y descartada en múltiples ocasiones.

Además, Kariko y Weissman tuvieron que enfrentarse a los retos que implicaba el desarrollo de sus experimentos en el laboratorio pues en las primeras pruebas se encontró que el ARNm sintético ocasionaba una respuesta inflamatoria masiva en los animales en los que se aplicó la sustancia.

Una vez resuelto este punto se dio el siguiente gran paso: encontrar una nueva forma de administrar el material sintético en ratones y posteriormente en humanos. Fue a partir del uso de una capa de grasa llamada “nanopartículas lipídicas”, con las que se consiguió que no se degradara durante su recorrido logrando así que la molécula pudiera llegar dentro de las partes correctas de las células.

Cabe señalar que, de acuerdo con Nature, en el caso del ARN mensajero sintético que se utilizó en las vacunas contra el covid-19 (diseñadas por Pfzer/BioNTech) su acción se da de la siguiente manera:

  • Después de ser inyectado, el ARNm llega a la célula misma que recibe instrucciones para hacer miles de copias de una proteína llamada S 
  • En respuesta, las células que se encargan de activar el sistema inmunitario captan dichas copias
  • El cuerpo comienza con el proceso de inmunización con la formación de anticuerpos y otras células que combaten al virus Sars-cov-2

Esta misma técnica podría aplicarse en el caso de otras enfermedades infecciosas (como la influenza), bastaría con obtener parte de su información genética para que el cuerpo desarrolle una respuesta inmune contra ella. Además, una de las ventajas principales de su uso es que este no realiza cambios permanentes sobre el ADN, por lo que se considera que su uso es más seguro.

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El ARNm con destino a otras enfermedades

Cáncer, la gripe, el VIH, dolencias autoinmunes, malaria e incluso terapias genéticas menos costosas son algunas de las áreas en las que se busca aplicar el ARN mensajero sintético.

Cabe señalar que apenas en mayo de este año Nature dio a conocer los primeros resultados de un ensayo clínico realizado a 16 personas con cáncer de páncreas que habían pasado por cirugía para extirparles el tumor.

A los voluntarios se les aplicó una vacuna de ARN mensajero. Así, en combinación con inmunoterapia y quimioterapia, la vacuna generó una respuesta inmunitaria, además, se encontró que estos pacientes no habían presentado recurrencia del cáncer durante el periodo de monitoreo.

​LHM



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