Al momento de dormir, nuestro reloj biológico comienza a hacer de las suyas a través del ritmo circadiano, el cual es el proceso que hacen nuestros cuerpos en el que suele haber cambios físicos, mentales y conductuales cada 24 horas... como un reloj.
Uno de los factores que influyen en este ritmo es lo expuesto que estamos a la luz, tanto la natural como la artificial, tales condiciones de iluminación se han asociado con efectos metabólicos adversos, debido a que todo el tiempo estamos conectados.
Es por esto que el rediseño de las condiciones de iluminación interior para imitar el ciclo natural de luz/oscuridad promete mejorar la salud metabólica, así se expica en el estudio La influencia de la luz brillante y tenue en el metabolismo de los sustratos publicado en Springer Link.
El objetivo del estudio fue comparar las respuestas metabólicas a las condiciones de iluminación que se asemejan al ciclo natural de luz/oscuridad en contraste con la iluminación subóptima en personas con riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas.
Para esto los voluntarios, que tenían resistencia a la insulina con sobrepuesto, fueron expuestos a dos sesiones de laboratorio de 40 horas con diferentes protocolos de iluminación de 24 horas, mientras permanecían en una cámara metabólica bajo condiciones reales.
"En la condición día luminoso-tarde oscura, los voluntarios fueron expuestos a luz eléctrica brillante (~1250 lx) de 08:00-18:00 horas y a luz tenue (~5 lx) durante la noche de 18:00 a 23:00 horas".
Mientras que las características del otro grupo fue un día oscuro y tarde luminosa con exposición eléctrica a la luz (~1250 lx) de 18:00 a 23:00 h y luz ténue (~5 lx) de 8:00 a 18:00 horas.
En el estudio se midió la calorimetría indirecta de 24 horas, es decir aquella que determina el gasto energético en reposo de una persona. Además de mediciones continuas de la temperatura corporal central y de la piel, y se tomaron muestras de sangre frecuentes.
¿Cuáles fueron los resultados del estudio?
El grupo día luminoso - tarde oscura disminuía los niveles de glucosa por la noche y aumentaban los triglicéridos, además tenía mayores niveles de melatonina en sangre.
"Pasar el día con luz brillante dio como resultado un mayor aumento en los niveles de trigliceridos después del desayuno, pero niveles de glucosa más bajos antes de la cena a las 18:00 horas, en comparación con luz tenue".
Otra de las conclusiones a las que se llegó en el estudio, es que la exposición, incluso a la luz interior, mejora el metabolismo glucémico y cantidad de descanso, por lo que la regulación de la intesidad de la luz en interiores puede ser una herramienta clave para mejorar la salud metabólica y el descanso.
bgpa