Sandra tenía 36 años cuando le diagnosticaron cáncer de mama, uno de los más frecuentes a nivel mundial y, también, la principal causa de muerte por tumores malignos entre mujeres. De hecho, el años pasado en México se registraron 7 mil 888 muertes por este tipo de cáncer, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En el caso de la también periodista se logró detectar el tumor en Etapa 1, lo cual le salvó la vida, ya que si bien esta enfermedad no se puede prevenir, sí puede ser tratada de manera oportuna.
Sin embargo, y contrario al caso de Sandra, casi el 70% de los diagnósticos de este tipo de cáncer se dan en etapas ya muy avanzadas lo que disminuye las posibilidades de recibir un tratamiento efectivo.
De acuerdo con Karla Unger-Saldaña, catedrática Conacyt en el Instituto Nacional de Cancerología, si bien se ha encontrado que la enfermedad es altamente curable, esto depende en gran medida de la calidad del sistema de salud, pues la tasa de mortalidad crece en países de desarrollo medio o bajo, ya que, por lo general, no se atiende a las mujeres de manera oportuna y con los tratamientos que requieren.
A la par, los expertos señalan que además de la situación del sector salud, hay otra razón que también contribuye a agravar las consecuencias del cáncer en el cuerpo: la desinformación que existe alrededor de esta enfermedad.
¿En qué consiste una mastografía?
Una mamografía es un procedimiento rápido para examinar los senos, que utiliza una cantidad mínima de radiación en cada seno. Durante este proceso (que dura alrededor de 15 minutos), los senos se colocan entre dos placas metálicas y se comprimen para obtener imágenes nítidas. Esta compresión puede ser la parte más incómoda del procedimiento.Cabe señalar que existen dos tipos, la primera es de detección oportuna (también conocida como de tamizaje) y la segunda es diagnóstica (se aplica cuando las mujeres han notado alguna anormalidad en el seno).
¿La mastografía duele?
En una entrevista para MILENIO, la doctora Blanca Carrillo Campos, responsable del Programa de Cáncer de Mama en la Ciudad de México, explicó que hay muchas razones por las que una mujer no acude a realizarse estudios.
Una de ellas está asociada con el temor y la ansiedad que produce el pensar en el dolor que puede provocar una mastografía.
“Puede ser que a algunas personas les haya ido muy mal en el estudio y por eso está el mito de que duele mucho”, señala.
La especialista señaló que hay muchas variables que intervienen para que una mujer llegue a sentir dolor durante el examen, entre ellas el tamaño de la glándula mamaria y la sensibilidad de la misma, sin embargo, destacó que este proceso es rápido y prácticamente indoloro, ya que en la mayoría de los casos las mujeres llegan a sentir molestias menores.
¿La radiación da cáncer?
Muchas personas llegan a pensar que la radiación a la que una mujer es expuesta durante la mastografía puede desencadenar el cáncer.
Esto es un mito, ya que los niveles que se presentan durante el procedimiento son muy bajos y la persona queda expuesta por un periodo muy breve.
Temor, distancia, tiempo y tabús: las otras variables
Otro punto que se ha detectado es el temor que sienten las mujeres por conocer el resultado de sus estudios.
“A lo mejor uno como médico no lo entiende desde ese punto de vista, pero por parte de la persona que acude a realizarse el estudio es un aspecto muy fundamental”, explica.
Al respecto, y en primera instancia, la doctora destacó que el hecho de que la mastografía arroje un resultado sospechoso no significa necesariamente que esto sea señal de cáncer, pues se tiene que dar seguimiento para saber si el tumor es maligno.
Por otro lado, destacó que este temor puede llegar a influir en la detección temprana de la enfermedad, lo que límita las posibilidades de brindar un tratamiento oportuno.
En este sentido, destacó que hay ocasiones en las que “la parte cultural y religiosa” llega a influir en la decisión de las personas para acudir a realizarse el estudio.
Esto sumado a la falta de información, situación económica, geográfica y social conforman las barreras que influyen en que una mujer acuda a un centro de salud por su cuenta.
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Por ello, la especialista destacó que en México existen algunos centros de salud que ofrecen este servicio de manera gratuita, por ejemplo, en las clínicas de la Secretaría de Salud capitalina proporcionan el primer nivel de atención para la detección del cáncer de mama sin costo alguno.
¿Si no hay antecedentes familiares no se está en riesgo?
Muchas mujeres piensan que si no tienen antecedentes familiares de cáncer de seno, no tienen que preocuparse por él, sin embargo, si bien es cierto que el factor genético juega un papel importante, no es el único que se toma en cuenta.
“Se puede llegar a ser la primera en la familia en la que se desencadene el cáncer de mama porque tiene otros factores predisponentes que influyen (más allá de los genes)”, señala la doctora.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
De acuerdo con la doctora Blanca Carrillo, hay diferentes factores de riesgo, mismos que se pueden dividir en cuatro grupos: biológicos, ambientales, relacionados con la historia reproductiva y relacionados con el estilo de vida.
Biológicos:
- Ser de sexo femenino
- El envejecimiento (mayor edad implica mayor riesgo)
- Historia personal o familiar de cáncer de mama en madre, hermanas, o hijas
- Vida menstrual de más de 40 años (inicio de la menstruación antes de los 12 años y menopausia después de los 52)
- Tejido mamario denso
- Ser portador conocido de los genes BRCA1 o BRCA2
Ambientales:
- Exposición a radiaciones ionizantes principalmente en el desarrollo o crecimiento (ya sea cuando se estaba en la panza de la madre o bien durante la adolescencia)
- Tratamiento con radioterapia en tórax
- Relacionados con la historia reproductiva:
- No tener hijos
- Primer embarazo a término después de los 30 años de edad
- Terapia hormonal en la peri o postmenopausia por más de 5 años
Relacionados con estilos de vida:
- Alimentación rica en carbohidratos y baja en fibra
- Dieta rica en grasas tanto de origen animal como ácidos grasos trans
- Obesidad, especialmente después de la menopausia
- Sedentarismo
- Consumo recurrente de bebidas alcholicas (es decir que sea mayor a 15 mililitros al día)
- Tabaquismo
Pese a que estos son algunos de los puntos que se deben tomar en cuenta, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública, alrededor de la mitad de los casos de cáncer de mama se presentan en mujeres sin ningún factor de riesgo.
Además, aunque pudieran controlarse todos las varibles potencialmente modificables, el riesgo de padecer cáncer de mama tan solo se reduciría como máximo en un 30%, como explica el instituto, de ahí la importancia de estar alerta de cualquier cambio en los senos y pezones.
¿Mastografía o autoexploración de senos?
Cabe señalar que las acciones que se tomen para detectar el cáncer de mama también dependen mucho de la edad, de hecho, generalmente se recomienda realizarse una mastografía generalmente en etapas más avanzadas de la vida (esto siempre y cuando no se hayan detectado anormalidades en los pezones durante los primeros años de su vida adulta).
Los especialistas indican que a partir de los 20 años de edad, de manera mensual, se deben llevar a cabo ejercicios de autoexploración de senos. Cinco años después, y como explica la doctora Blanca, se puede acudir a una unidad de salud para que personal médico realice exploraciones de manera periódica.
Dado que los riesgo de desarrollar cáncer incrementan con la edad, si se tiene entre 40 y 69 años lo recomendable es solicitar el “estándar de oro para un diagnóstico” , es decir, la mastografía.
¿Qué debes hacer si es la primera vez que acudes a que te hagan una mastografía?
Si es la primera vez que acudes a realizarte una mastografía, es mejor llevar ropa cómoda (de preferencia blusa y pantalón o falda).
Además, ese día es mejor evitar el uso de talco, perfume o desodorante ya que la mayoría de ellos contienen minerales que no dejan ver con claridad las imágenes de Rayos X. Asimismo, lo mejor es realizar estos estudios luego de 7 o 10 días después de que terminó el periodo menstrual.
Por otro lado, no es necesario rasurarse si no se desea hacerlo ya que no pasa nada si la paciente acude con un poco de vello en la axila. “Esa no es una contraindicación para realizar el estudio. Se puede realizar sin problema”, asegura la Dra. Blanca.
El cáncer de mama también se presenta en hombres
Aunque es menos común, el cáncer de mama también se presenta en hombres debido a que también tienen tejido mamario, de hecho, en 2022, 50 personas de sexo masculino fallecieron por esta enfermedad, misma que se manifiesta “exactamente igual” que en las mujeres.
Los síntomas pueden ir de bultos en el pecho, cambios en la piel, comezón, dolor, o la presencia de alguna secreción en los pezones.
“Es importante concientizar a los hombres (...) ya que pueden confundir las señales de alerta con un barrito o con un absceso aún cuando desafortunadamente ya estamos ante una patología como es el cáncer de mama”, reflexiona la especialista.