La comida orgánica es aquel alimento tratado lo más natural posible, alimentos exentos de herbicidas, pesticidas y aguas residuales, en el caso de frutas y vegetales, así como libres de hormonas, proteínas, antibióticos o anabólicos en los productos de origen animal, tal como lo comparte el nutriólogo clínico Hilario Enríquez Alba.
Los alimentos orgánicos son el resultado de un proceso agrícola y ganadero más amigable con el medio ambiente, sin sustancias químicas que alteren la genética de los productos vegetales o cárnicos, por lo que sus beneficios superan a los producidos de manera tradicional.
Señaló Hilario Enríquez Alba que, “en los cárnicos es común encontrar pollo y res orgánico al igual que el huevo, tratados sin antibióticos y sin hormonas, además de crecer con una alimentación que también esté libre de dichos elementos ya que pueden metabolizarse y pasarse al cuerpo humano cuando los consume”.
De acuerdo con información de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM), los productos orgánicos muestran menor cantidad de agua en los vegetales, almacenando así una más alta densidad de nutrientes, mayor cantidad de hierro, magnesio, vitamina C y antioxidantes, además de mejor equilibrio con aminoácidos.
Por su parte, los animales criados con este sistema orgánico presentan mejor salud en general, riesgo reducido de contraer o portar enfermedades y tienen menor cantidad de grasa.
¿A quién se recomienda?
En 20 años de experiencia en consultas nutricionales, el especialista considera que son pocos los pacientes que buscan una dieta completa de comida orgánica, sin embargo, hay quienes siguen una alimentación balanceada a detalle y hasta cuentan con su propio huerto orgánico con tierra sin fertilizantes ni pesticidas.
El nutriólogo Enríquez Alba señaló que, “se recomienda mucho a personas con un sistema inmune deprimido, ya que sabemos que son alimentos que de manera natural vienen libres de sustancias o compuestos químicos. Hay personas que son más susceptibles a algunas sustancias, por ejemplo los que padecen cáncer, alimentarse mal podría traerles consecuencias”.
¿Cómo comenzar?
Hilario Enríquez apunta que un pequeño huerto en los hogares puede ser el inicio de una alimentación donde el consumidor conoce el proceso de crecimiento de sus alimentos vegetales.
En cuanto a los cárnicos, lo mejor es conocer las marcas que cuentan con la certificación por parte de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), mismas que deben portar su sello correspondiente de estudio de calidad.
Precios de lo orgánico
Los precios de alimentos orgánicos que se manejan en el mercado se triplican o cuadruplican a diferencia de los que se producen de manera industrial.
El especialista añadió además que, “este tipo de alimentos lo consumen mucho las personas que su salud es muy importan
te, pero también que tengan el recurso porque aumentan hasta cuatro veces su precio”.Previo a la pandemia, personal del programa “Quién es Quién en los Precios” de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), recopiló información en tiendas especializadas y supermercados, donde los orgánicos llegan a ser hasta 337% más caros que los convencionales.
En ese contexto, el aceite de oliva extra virgen, arroz blanco, huevo blanco, y en pechuga de pollo con y sin hueso su precio se duplica; en pollo entero se triplica y en harina de trigo se cuadruplica.
Según información de la Sagarpa, ahora llamada Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) México es el cuarto productor de alimentos orgánicos en el mundo, con un aproximado de un millón de hectáreas destinada a la siembra de estos productos. Los estados de Nuevo León, Chiapas, Michoacán, Oaxaca y Chihuahua son líderes en superficie destinada a esta actividad.
Dicha Secretaría informa que se cultivan alrededor de 45 alimentos orgánicos en el país, de los cuales destaca el café orgánico con un 32 por ciento y el maíz con un 11.7%, seguido del aguacate, alfalfa, pasto, frijol, agave y sorgo con menos del 8 por ciento.
EGO