En muchas ocasiones, cuando nos enfrentamos a situaciones que nos provocan susto o miedo, como un sismo, escuchamos la recomendación de comer un bolillo para calmar los nervios. Pero ¿es esto realmente efectivo?
Cuando nos encontramos en situaciones de estrés o miedo, nuestro cuerpo libera adrenalina y el estómago aumenta la producción de ácidos gástricos. Es posible que esta haya sido la reacción de tu organismo al escuchar la alerta sísmica y experimentar el movimiento telúrico.
- Te recomendamos ¡En un bolillo! Maestra pide a alumnos hacer “el mejor acordeón de examen”; resultado se vuelve viral Virales
La frase de "comer un bolillo" para superar el susto después de recibir malas noticias o estar en una situación amenazante tiene raíces en nuestros antepasados y también tiene fundamentos científicos, según explica Nayeli Xochiquetzal Ortiz Olvera, profesora de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
¿Qué sucede en nuestro cuerpo después de un susto?
Cuando experimentamos un estrés agudo, se produce un aumento en la producción de ácido estomacal en el estómago, lo que provoca una sensación de malestar estomacal comúnmente descrito como una sensación de vacío. Esto puede llevar a náuseas y otros malestares.
"En casos como estos, ingerir un pan reduce esa molesta acidez, como nuestros antepasados sabían muy bien", explica la académica de la UNAM en el artículo.
El susto, que es la reacción de nuestro cuerpo ante un sobresalto repentino, como escuchar un ruido amenazante o sufrir una agresión,
estimula la hipófisis en el cerebro y la glándula suprarrenal libera dos hormonas: noradrenalina y adrenalina, que son responsables de acelerar el ritmo cardíaco y la respiración.
¿Es cierto que el bolillo ayuda a calmar el susto?
Sí, es cierto.
Debido a su contenido de carbohidratos, este alimento inhibe la secreción de ácidos y nos ayuda a recuperarnos del susto. Además, al ser denso y tener una corteza dura, nos obliga a masticar, lo cual nos distrae y disminuye nuestros miedos.
Sin embargo, la profesora universitaria recomienda que después de un sobresalto, solo se consuman tres bocados de pan, sin excederse, ya que cada pieza tiene 180 kilocalorías, lo que equivale al 10 por ciento de las calorías necesarias para una persona sana.
JH