Enjambres sísmicos en Mexicali: en qué se parecen a los de CdMx y cuál es su origen

El gobierno de la capital de Baja California tuvo que activar el protocolo de seguridad por los constantes movimientos telúricos presentados en el lugar.

Sismos en Baja California y Ciudad de México | FOTO: OMAR MARTÍNEZ
Lizeth Hernández
Ciudad de México /

Mexicali, capital de Baja California, volvió a ser sacudida por la Tierra: en pocas horas varios temblores despertaron alerta en la región.

La serie de microsismo comenzó durante las primeras horas del 12 de mayo, alcanzando su punto más alto con un movimiento de magnitud 5, por lo que el gobierno local anunció la activación del protocolo de seguridad en la región.

Pese a que los ejambres sísmicos siempre resultan ser eventos sorpresivos, para Mexicali son ya una constante, de hecho, apenas tres meses atrás la ciudad experimentó una fuerte actividad: en solo unas horas al menos 18 microsismos sacudieron la región. 

La situación se presentó durante la madrugada del 12 de febrero y despertó tal alerta que llevó a suspender las clases.

En aquel entonces se señaló que minutos antes, en Estados Unidos se presentó un sismo de 4.8 grados que tuvo epicentro en El Centro, ciudad de California aledaña al área mexicalense. 

A partir de ese momento se desencadenó la serie de sismos en la región, siendo el de las 2:36 am el de mayor magnitud de la serie (5.3).  


En Tijuana se sintió fuerte”, “Ya van varias réplicas”, comentaron algunos habitantes de la región en redes sociales.

Aunque Mexicali es conocida por su actividad sísmica, la rapidez y secuencia con la que se presentaron los movimientos telúricos ha generado diversas preguntas.

El origen del los enjambres

Mexicali no es la única región del país que ha experimentado enjambres de sismos: hace algunos meses la Ciudad de México se convirtió en una zona de sacudidas continuas. Del 3 de diciembre de 2023 al 10 de enero de 2024 se presentaron al menos 23 movimientos telúricos con magnitudes de 1.1 a 3.2, en las alcaldías Magdalena Contreras y Álvaro Obregón, con profundidades menores a 1.4 kilómetros.

Si bien los eventos ocurridos en la capital del país y los de la ciudad fronteriza tienen sus respectivas características, hay algo que comparten entre sí y es la forma en que se originaron.

Primero es necesario explicar que los enjambres se pueden dar ya sea por actividad volcánica o bien por la activación de una falla geológica, según explicó a MILENIO Alejandro Salazar Méndez, geólogo y divulgador científico egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Un ejemplo de enjambres sísmicos originados por actividad volcánica son los registrados en Islandia, donde se llegaron a registrar hasta 800 movimientos telúricos en un muy breve periodo de tiempo.

Por otro lado, tanto los sismos de Baja California, como los de la Ciudad de México son ejemplos de la activación de una falla

Fallas sospechosas

Una falla se puede definir como una “fractura” en la corteza terrestre a lo largo de la cual se mueven bloques rocosos, según la Red Sismológica Nacional de Costa Rica.

Cuando los dos bloques de la corteza se mueven lo hacen de manera lenta y forzada, generando muchísima fricción entre ambos, lo que ocasiona que se acumule energía que en un punto termina liberándose en forma de ondas sísmicas.

Debido a que las fallas son estructuras interconectadas, se puede producir una reacción en cadena ocasionando así varios microsismos. A lo largo de México existen cientos de fallas, aunque hay algunas más activas que otras.

De acuerdo con investigaciones recientes, presentadas por investigadores del Instituto de Ingeniería (II) de la Universidad Nacional Autónoma de México, existe la posibilidad de que la falla geológica ubicada en la zona de Plateros a Mixcoac sea la culpable de la serie de microsismos que se han experimentado en las alcaldías Magdalena Contreras y Álvaro Obregón. Hasta el día de hoy las investigaciones al respecto siguen en desarrollo. 

Por otro lado, según la información emitida por el Ayuntamiento de Mexicali, las fallas más importantes que afectan el municipio son: la Imperial, la de Cerro Prieto, Cucapá y la falla Michoacán.

De acuerdo con los geólogos Francisco Romero y Sergio Almazán, el enjambre sísmico de mayo de este 2024 se registró en “una zona de Intersección de Fallas (Cerro Prieto, H, Michoacán, Imperial y otras), todas pertenecientes al Sistema de Fallas y Fracturas San Andrés”, según lo explicado por los expertos, la constante sismicidad en la zona se debe a que este sistema está activo.

Mapeo de sismos en Mexicali del 9 al 12 de febrero de 2024| Foto: Red Sísmica del Noroeste de México.

¿Hay algo que detone los enjambres?

De acuerdo con investigaciones realizadas por los geólogos Luis Antonio Vargas y Salazar Méndez, existe la posibilidad de que algunos enjambres de microsismos estén conectados con sismos intensos registrados en otros puntos del país.

Por ejemplo, los tres presentados el 12 de diciembre en la Ciudad de México podrían estar relacionados con el temblor de magnitud 5.7 que se registró el 7 de diciembre en el límite estatal entre los estados de Puebla, Guerrero y Morelos, a 16 km al oeste de Chiautla de Tapia, Puebla. 

“Hay una teoría de que algunos sismos lejanos de grandes magnitudes (de 5 o 6 para arriba) inestabilizan las fallas dentro del Valle de México. Es como si las fallas ya estuvieran a punto de tronar y entonces viene un sismo lejano que altera las fallas que ya están ahí, entonces terminan de colapsar” explica el experto en una entrevista.

Sin embargo, el investigador destaca que cada sismo tiene su propia historia y por ende cada enjambre sísmico también, así que hay varias teorías que tratan de explicar qué los detona.

“Cada falla tiene su historia típica, entonces no se puede aplicar una teoría general. Se tendrían que estudiar todas para detectar qué factores influyen en los enjambres, por ejemplo la lubricación de las fallas por agua, movimientos de magma, efectos de rompimiento continental”, explica Salazar Méndez.

Aunque no está clara la razón, lo enjambres pueden durar días, semanas, meses y en algunos casos hasta años.

"Por ejemplo en China hubo enjambres de miles de sismos como por dos años en una misma zona", asegura el geólogo.

El terremoto que dejó huella en Mexicali

El 4 de abril de 2010, a las 17:40 horas, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) de México registró un fuerte terremoto de magnitud 7.2 en el norte de Baja California. El epicentro del terremoto se ubicó cerca de Guadalupe Victoria y fue lo suficientemente fuerte como para ser sentido en varias ciudades fronterizas de México y en los estados del sur de Estados Unidos.

Este movimiento telúrico ocurrió en el sistema de fallas Cerro Prieto, que es una extensión de la famosa Falla de San Andrés. Fue el evento más grande en esta área desde 1892, incluso más grande que otro terremoto significativo que ocurrió en 1940.

Una de las consecuencias más notables de este terremoto fue un fenómeno conocido como licuefacción. La licuefacción es cuando el suelo se comporta más como un líquido que como un sólido durante un terremoto. Esto puede causar que el suelo se mueva o "se extienda" lateralmente, lo que puede provocar daños significativos a los edificios y otras estructuras.

En este caso, la licuefacción causó el colapso de un puente ferroviario sobre el río Colorado, destruyó canales de riego y creó "volcanes" de lodo en las tierras agrícolas. Esto tuvo un impacto significativo en la agricultura local y, por lo tanto, en la economía de la región.

LHM 


LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.